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Voto de Cinemagavia:
6
Comedia Dos excelentes estudiantes y grandes amigas, en la víspera de su graduación de su instituto, de repente se dan cuenta de que podrían haberse esforzado algo menos en clase y haberse divertido más. Así que deciden hacer algo al respecto para compensar tanto estudio y tan poca diversión: recuperar los años perdidos en una noche loca. (FILMAFFINITY)
24 de julio de 2019
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
* ‘Súper empollonas’ se convierte en su respuesta centennial deseada

Existe una larga tradición de cine juvenil asociado al final de la adolescencia y el comienzo en la universidad. Un subgénero de la comedia creado en Hollywood que sirve como espejo para millones de jóvenes. El estilo de relaciones que marca una época. La visionaria American Graffiti (1973), retrato de una noche de juerga rockanrollera, constituyó la primera piedra del subgénero. Aquí todavía George Lucas no había imaginado el universo de Star Wars. En la siguiente década, los títulos de este subgénero se sucedían. En los noventa, Richard Linklater prácticamente debutó con Dazed and Confused (1993), una historia muy similar a la de Lucas, pero situándose en los desenfadados setenta. Este cine solo apto para imberbes se declaró oficialmente de verano con American Pie (1999). Aunque es Superbad (2007) el culmen de la carcajada juvenil. Ahora, Súper empollonas se convierte en su respuesta centennial deseada.

*El hombre no tiene por qué ser siempre primer plato

Súper empollonas es una liberación a los complejos que generaciones de mujeres arrastraban en cine. Una nueva generación de mujeres profesionales del cine está decidida a crear una visión diferente. Greta Gerwig, Marielle Heller u Olivia Wilde son buenos ejemplos de ello. También el director Paul Feig ha apostado por un nuevo rol de la mujer en su filmografía. Actrices como Melissa McCarthy y Kristen Wiig demuestran carisma. La mujer ya no es el objeto deseado, sino la voz de la conciencia. Es decir, las comedias alocadas solía protagonizarlas en su mayoría el género masculino. Aunque en títulos como Legally blonde (2001) o Mean Girls (2004) la protagonista fuera una chica, la visión que se tenía de ella queda desfasada. Porque ahora ni la chica guapa ni la chica tonta son roles imprescindibles. El hombre no tiene por qué ser siempre primer plato en el menú.

*Convalidar en una noche la juerga de un año entero

La amistad es un valor importante tanto en la vida como en el cine. Toda relación de amistad comparte momentos de felicidad, así como de decepción. Cuando los jóvenes tienen metas que superar, como los estudios o deportes, la verdad a veces frustra. Como le ocurre a Molly (Beani Feldstein) en su último día de clase en el instituto. Aquellos compañeros de clase que han disfrutado de la juerga todo el año también entrarán en las mejores universidades. Algo que para ella y su amiga Amy (Kaitlyn Dever) significaba mucho sacrificio. Mientras que los demás hacían las dos cosas, estudiar y pegarse farras, ellas no salían de la biblioteca. Una situación que les lleva a sentirse como unas auténticas panolis. Punto de inflexión que les hace abrir los ojos. En especial a Molly, que arrastra a su amiga a convalidar en una noche la juerga de un año entero.

*El objetivo es llegar a la fiesta de Nick

Desde luego, estas Súper empollonas no son precisamente populares en el instituto. De modo que esta última noche, antes de que sus vidas cambien por completo, intentarán llevarse buenos recuerdos de compañeros. El objetivo es llegar a la fiesta de Nick (Mason Gooding), el guaperas de siempre, en casa de sus padres. Amy salió del armario hace dos años, pero todavía no ha besado a una chica. Por eso, Molly anima a su amiga para que vayan a la fiesta y pueda acercarse a Ryan. Esta es una chica enrollada que practica el skate y tiene aspecto andrógino. La duda sobre su sexualidad mantiene la esperanza. Pero ni siquiera saben dónde vive Nick. Así que el plan será improvisar sobre la marcha, aunque con esta aventura aprenderán una valiosa lección. Que la amistad no se basa en la autoridad, sino en el respeto a las diferencias pese a tener complicidad.

*Malala

Durante esa noche, Molly y Amy prueban alucinógenos, y viven situaciones hilarantes que parecen no tener fin. La naturalidad de las protagonistas, es decir, tanto Kaitlyn como Beani, es un gran acierto del casting. Si bien el mérito también es del guion, el cual lo firman tres mujeres: Emily Halpern, Sarah Haskins y Katie Silberman. De ahí que Súper empollonas contenga guiños a referencias actuales del activismo feminista. Como es el caso de Malala Yousafzai, cuyo nombre se convierte en un código secreto entre Molly y Amy. Decir “Malala” por cualquiera de ellas en un momento de necesidad significa que la otra amiga tiene que guardarle fidelidad. Aunque esa noche descubren experiencias que desconocían, algo que les obliga a dejar atrás su timidez. Supone un triunfo para las chicas marginadas, que ahora con esta película tendrán mejor aceptación en los institutos. Y que Olivia Wilde se implique acaba con los prejuicios.

*Conclusiones

Todo el mundo sabe que las chicas también saben reírse de sí mismas. Aunque los cánones sociales digan lo contrario. En Súper empollonas, sus creadoras han querido dar su visión y experiencia sobre el asunto. Y la película muestra que no importa el sexo si la actitud es buena. Pero no habría que confundir este subgénero de la comedia con la lucha de sexos, tan manido en cualquier ámbito. Lo que realmente importa en este cine es conseguir entretener al público, y no subestimarlo. Y más sano es reírse de todo, porque tomarse la vida demasiado en serio puede acabar con tu salud. Así que, si eres joven y tienes tiempo libre, elige playa o piscina para refrescarte. Disfruta en las fiestas de tu pueblo o en los chiringuitos de la costa. Pero si vas al cine, elige la comedia del momento.

Escrito por Carlos Vera Tordera
Cinemagavia
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