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Voto de Cinemagavia:
7
Serie de TV. Thriller Miniserie de TV. 5 episodios. Dan y Emily llevan años intentando ser padres. A través de un encuentro casual, conocen a Kaya, una joven de 18 años de vida precaria que acepta ser la portadora de su bebé como vientre de alquiler.
31 de mayo de 2020
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La cuestión palpitante

El nido asienta sus bases en un asunto, como la gestación subrogada (vientre de alquiler), proclive a suscitar siempre apasionados debates. Así pues, el guion de la serie, a cargo enteramente de Nicole Taylor, cuenta con el gancho de tratar un tema actual. Y además polémico, y por lo tanto llamativo. La buena noticia es que no lo plasma de manera amarillista, superficial o escandalosa. Antes al contrario, su enfoque elude el trazo grueso y prefiere vadear en el interior de los protagonistas.

El nido cuenta la historia de una pareja acomodada, Dan (Martin Compston) y Emily (Sophie Rundle), que valoran la posibilidad de la gestación subrogada ante sus acuciantes problemas de fertilidad. El convencimiento y la intención provienen sobre todo de Emily, deseosa de forma una familia clásica. Como Dan es un empresario de éxito de Glasgow, poseen dinero suficiente para esta intentona. Solo hace falta encontrar un vientre de alquiler.

La casualidad quiere que Emily casi atropelle de forma accidental a Kaya (Mirren Mack), una joven de 18 años. Tras llevarla al hospital y tener un primer contacto se llega a una situación sorprendente, Kaya se ofrece voluntaria para ser ella el vientre de alquiler. De este modo comienza una relación entre Dan, Emily y Kaya cada vez más extraña.

*Arriba y abajo

Una de las primeras decisiones que toman Dan y Emily es que Kaya se vaya a vivir con ellos. No es un asunto baladí si tenemos la diferencia de estatus social. De hecho, en El nido la diferencia de clases es un tema relevante. Kaya vive en unos suburbiales y humildes apartamentos de Glasgow, mientras que Dan y Emily lo hacen en una lujosísima casa fuera de la ciudad. Instintivamente casi intuimos que el primer problema a la vista puede ser el de la convivencia.

En efecto, el choque de costumbres da lugar a varios roces entre la pareja y Kaya. Esta reacciona agobiándose y comportándose de forma poco apropiada para el embarazo. La tensión entre todos aumenta. También se desliza subrepticiamente un hecho relevante. Dan y Emily han pagado a Kaya 50.000 libras por la gestación subrogada, cuando las leyes británicas marcan un límite de 15.000. Además, dadas las prisas de todos, la fecundación se produce en una clínica ucraniana.

Y ahí está uno de los quid de la cuestión de El nido. Dan considera que Kaya es una especie de mercadería, una inversión a proteger. Porque ha pagado mucho dinero, por mera superioridad de clase. El comportamiento de Emily, no obstante, es mucho más empático. Dan sin embargo desconfía, y comienza a investigar el pasado de Kaya. Y da con un dato inquietante, la chica apuñaló a una mujer embarazada cuando tenía once años.

*Hacia el huracán

A partir de este momento El nido se acelera en intensidad y los acontecimientos se precipitan. Empezando porque Kaya, que se enamora de Jack (Samuel Paul Small), un sobrino de Dan. O que en realidad el oscuro pasado de Kaya solo sea conocido por Dan, su hermana y su padre. También entra en juego el asesinato de un vecino de los apartamentos donde Kaya vivía. Por si fuera poco, los encargados de Servicios Sociales que han seguido el caso de Kaya también hacen acto de presencia.

Complejidad argumental aparte, esto nos sirve para ver que El nido no es una serie unívoca, sino que abarca más de lo que parece. No solamente hay flecos sueltos en la vida de Kaya, los personajes son tan complejos que, literalmente, no los acabamos conociendo del todo hasta el final de la serie. Además las reflexiones de El nido van más allá de las consideraciones morales propias de la gestación subrogada.

De hecho se nos habla de las diferencias de clase, de los límites sobre lo que el dinero puede comprar, de relaciones entre hijos y progenitores, sobre la carga del pasado, la culpa y la honradez. Todas estas disquisiciones rozan, quizá, lo folletinesco y la dispersión de tramas. No obstante, la bien ejecutada intriga y la intensidad y oscuridad de la historia acaban solventando la papeleta.

*Los habitantes de El nido

Las actuaciones de El nido tienen dos puntos fuertes. Martin Compston, en su papel de Dan construye un sujeto serio, riguroso y algo arrogante. Es una chico de la calle que se ha hecho a sí mismo que, llegado al éxito, cree poder comprar casi todo. No es un villano, pero a veces resulta antipático; como poseedor de una obstinada determinación. Buen actor, por cierto, que en la excelente serie Line of duty ya da muestras de su buen hacer.

Mirren Mack hace un trabajo extraordinario metiéndose en la piel de Kaya. Aporta una ambigüedad muy conseguida, donde su personaje se representa ingenuo, turbio y enérgico a un tiempo. Sentimos cierto apego hacia su suerte, pero a la vez no nos fiamos de ella. Una joven actriz a tener en cuenta, cuya presencia más destacada hasta ahora había sido la aparición en tres episodios de Sex education.

*Conclusión

El nido toma el riesgo de contar una historia con el trasfondo de la gestación subrogada. Ofrece una visión sombría sin resultar panfletaria o simplista. Además, la peripecia principal va extendiéndose por diversos ámbitos, hasta dibujar un complejo mapa de sentimientos y aspectos morales. Con tantos giros y con el tema de la maternidad/paternidad parece que nos acerquemos casi a un aire telenovelesco, pero la oscuridad y robustez del componente thriller sortean felizmente este problema.

Escrito por Mariano González
Cinemagavia
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