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Voto de Cinemagavia:
7
Drama. Comedia La extraña historia, basada en hechos reales, de un robo de un banco con rehenes en 1973 que se convirtió en el origen del 'Síndrome de Estocolmo'. (FILMAFFINITY)
7 de mayo de 2020
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El Síndrome de Estocolmo

En 1973, un hombre intentó asaltar un banco de Suecia y tomó como rehenes a varios de los trabajadores. Durante el cautiverio, los apresados colaboraron con sus captores e incluso los protegieron cuando fueron asaltados por la policía. Tras ese sorprendente incidente, el psiquiatra Nils Bejerot, acuñó el término «Síndrome de Estocolmo» como explicación para esa identificación de las víctimas de un secuestro con sus captores. El captor se inspira libremente en esos hechos, pero ni busca recrear con exactitud los hechos que sucedieron, ni tampoco proponer un tratado psicológico sobre el tema. La película apuesta por el cine de entretenimiento y lo hace muy bien.

Robert Budreau, guionista y director canadiense de esta película, ya sorprendió con su anterior obra, Born to Be Blue (2015), un biopic excelente sobre el trompetista y músico de jazz Chet Baker, que protagonizó Ethan Hawke, en uno de sus mejores papeles hasta la fecha. Esa colaboración artística que tan buenos frutos ofreció, vuelve a unir aquí a director y actor, con un rol completamente distinto, mucho más histriónico y divertido, pero supone otra actuación igualmente destacable en la filmografía del actor tejano.

*La identificación del público con el atracador

El captor es un film de atracos que sucede casi íntegramente en el interior de la entidad bancaria que es asaltada. Pese a esa limitación del espacio, Budreau se las ingenia para ofrecer un thriller con mucho ritmo que nunca pierde el interés, pese a moverse por terrenos donde predomina la previsibilidad. Para ello, utiliza en la película un enfoque desenfadado y lleno de humor que desmitifica tanto la figura del atracador como la del cuerpo de policía.

Es más, la identificación del espectador será total con El captor. Pese a ser un personaje imprevisible y bastante inestable psicológicamente, se nos mostrará con bastante más corazón y carisma que los personajes que intentan detenerlo. De esa forma, también inoculará ese Síndrome de Estocolmo en el público, tanto cuando se pone a cantar una canción de Bob Dylan como cuando dispara contra alguien.

*Conclusión

El captor es una película de atracos sencilla, pero tremendamente efectiva, con un tono de comedia negra que funciona como un reloj. Está inspirada libremente en los hechos reales acontecidos a principios de los 70 durante el atraco a un banco sueco. El vínculo emocional que surgió entre las víctimas y el atracador, sirvió posteriormente para acuñar el término psiquiátrico de «Síndrome de Estocolmo». El director canadiense Robert Budreau, ofrece un thriller muy divertido y entrañable que se ve con suma facilidad.

Ethan Hawke es El captor protagonista, realizando una estupenda recreación de ese chalado encantador. También hay que destacar a una estupenda Noomi Rapace, en un papel más comedido, como esa mujer cautiva que termina enamorándose de su captor.

El captor es cine de entretenimiento bien realizado. No busca recrear los acontecimientos reales con detalle, ni tampoco profundizar en los aspectos psicológicos para explicar lo que sucedió. Su apuesta es puramente lúdica, para que el espectador pase un buen rato y nada más. Tiene una buena ambientación setentera, una puesta en escena efectiva y un ritmo ágil que nunca decae, pese a las limitaciones del espacio.

Escrito por Daniel Farriol
Cinemagavia
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