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Voto de davilochi:
10
7,4
3.009
Drama
Yugoslavia, 1950. La ruptura de Tito con Stalin marcó el principio de un período de represión. Mesa es un buen hombre, casado y padre de dos niños. En una ocasión se le escapa un comentario crítico sobre política, y su amante, resentida, se lo cuenta al hermano de él, un funcionario del gobierno que hace que lo condenen a trabajos forzados. La mujer de Mesa consigue sacar la familia adelante y al más pequeño de sus hijos le cuenta que ... [+]
23 de octubre de 2010
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé qué tiene Kusturica que siempre es capaz de sorprender, bueno, sí que lo sé: es un virtuoso a la hora de llevar el guión a escena y consigue sacar lo mejor de los actores que trabajan con él. Este film es un buen ejemplo de ello, pero podríamos remitirnos casi a cualquiera de sus obras para comprobar este hecho evidente. Además es hermoso constatar que nunca ha renunciado a ese espíritu de denuncia social y política que, a largo plazo, ha acabado caracterizando a toda su filmografía de un modo ineludible. Pero esta vez es especial, no sólo porque la película está enfocada desde la perspectiva de Malik, un niño, sino porque esto nunca nos hace perder el hilo de ese mensaje que va más allá, que tiene como fondo una coherente visión global de la postguerra europea en Yugoslavia. También será siempre digno de agradecer el compromiso de Kusturica a la hora de reconstruir y mostrar en profundidad el folcklore, las mentalidades y la atmósfera del lugar y de los personajes que retrata en sus films: en este caso la familia de Malik con un - como siempre - genial Miki Manojlovic en el papel de padre del protagonista y Mirjana Karanovic (¡cómo se nota el paso de veinticinco años!) como madre de éste, Mustafa Nadarevic como tío y el inolvidable Pavle Vujisic como abuelo. También se añade al elenco de estrellas el malogrado Davor Dujmovic, que alcanzaría la fama en "El tiempo de los gitanos". El compejo microcosmos familiar de este grupo tan peculiar nos acerca a la realidad socio-política de aquellos tiempos turbulentos en que Tito acababa de romper con Stalin y una especie de paranoia y manía persecutoria se apoderó de grandes sectores de la sociedad yugoslava.
No es difícil suponer el bombazo que una obra como ésta supuso cinco años después de la muerte de Tito y habría que debatir con tranquilidad, tiempo y mucho más espacio hasta qué punto obras como éstas contribuyeron a forzar la desintegración de Yugoslavia. En ningún caso esto supone una crítica a la película, más bien todo lo contrario, porque es digno de valorar su compromiso revisionista, su afán de ahondar en la verdad (el papel de Moreno de Bartolli como protagonista trata de suavizar el previsto impacto). Sin embargo es cierto que films como éste contribuyeron a destruir en muchos yugoslavos la imagen idealizada de la "Fraternidad y Unidad" preconizadas por el régimen durante más de cuarenta años y a acelerar más el proceso de centrifugación de Yugoslavia. No obstante es obvio que nunca fue ésta la intención de Kusturica, sino más bien la de despertar la conciencia de sus compatriotas y de promover su autonomía intelectual, pero las cosas no siempre salen como uno tiene previsto.
No es difícil suponer el bombazo que una obra como ésta supuso cinco años después de la muerte de Tito y habría que debatir con tranquilidad, tiempo y mucho más espacio hasta qué punto obras como éstas contribuyeron a forzar la desintegración de Yugoslavia. En ningún caso esto supone una crítica a la película, más bien todo lo contrario, porque es digno de valorar su compromiso revisionista, su afán de ahondar en la verdad (el papel de Moreno de Bartolli como protagonista trata de suavizar el previsto impacto). Sin embargo es cierto que films como éste contribuyeron a destruir en muchos yugoslavos la imagen idealizada de la "Fraternidad y Unidad" preconizadas por el régimen durante más de cuarenta años y a acelerar más el proceso de centrifugación de Yugoslavia. No obstante es obvio que nunca fue ésta la intención de Kusturica, sino más bien la de despertar la conciencia de sus compatriotas y de promover su autonomía intelectual, pero las cosas no siempre salen como uno tiene previsto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De hecho pronto nos damos cuenta de la amarga e inteligente crítica socio-política que contiene el film. Así veremos cómo Mesha es traicionado por su propio cuñado, tanto por motivos personales (ambos competían por las atenciones de la misma mujer) como por el hecho de que éste último estuviera determinado a entregar su vida a la causa del Partido y de la construcción del socialismo, por encima de cualquier otra consideración. Este fue un caso que se dio en muchos otros lugares del mundo, teniendo como precedente la propia Rusia (donde jóvenes del Komsomol llegaban a delatar a sus padres), de modo que Kusturica cumple el papel de crítico de la deshumanización ejercida por el comunismo sobre los hombres con el telón de acero todavía en pie (ese mismo año Gorbachov ascendía a la Secretaría del PCUS). De este modo nos encontramos con una crítica a la arbitrariedad de las élites dirigentes de las democracias reales que jugaron con el destino de centenares de miles de hombres destruyendo sus vidas para siempre, a menudo por motivos vagos o infundados, como en el caso de Mesha.
Estamos sin lugar a dudas ante una obra maestra genial que, dejando a un lado el aspecto político, reune momentos de una gran intensidad emocional como por ejemplo la relación entre Malik y la hija del doctor ruso, Masha. De hecho el doctor, consciente de que la muerte de su hija es inminente hace todo lo posible para que su hija pueda conocer el amor antes de abandonar el mundo. De este modo nos encontramos con escenas insuperables como la de bañera, que hoy serían difícil de grabar por todo el revuelo que hay montado con el asunto de los menores y demás, en la que Malik tiene vergüenza de bañarse con Masha porque obviamente ella es del sexo opuesto y porque está circuncidado. El papel de ambos jóvenes raya la perfección, pero es especialmente sobrecogedora la sencillez y seriedad de la niña, que da unas muestras de gran madurez. Sin embargo su carrera cinematográfica no debió tener continuidad.
Aquí comprendemos por qué a Kusturica se le considera el Fellini de los Balcanes y cómo el alumno superó al maestro. Sea como fuere esta es una obra inolvidable que no podemos dejar de ver porque es un auténtico disfrute, sin lugar a dudas. Por cierto, véase como complemento "Balkanski Spijun", otra genialidad de la tierra.
Estamos sin lugar a dudas ante una obra maestra genial que, dejando a un lado el aspecto político, reune momentos de una gran intensidad emocional como por ejemplo la relación entre Malik y la hija del doctor ruso, Masha. De hecho el doctor, consciente de que la muerte de su hija es inminente hace todo lo posible para que su hija pueda conocer el amor antes de abandonar el mundo. De este modo nos encontramos con escenas insuperables como la de bañera, que hoy serían difícil de grabar por todo el revuelo que hay montado con el asunto de los menores y demás, en la que Malik tiene vergüenza de bañarse con Masha porque obviamente ella es del sexo opuesto y porque está circuncidado. El papel de ambos jóvenes raya la perfección, pero es especialmente sobrecogedora la sencillez y seriedad de la niña, que da unas muestras de gran madurez. Sin embargo su carrera cinematográfica no debió tener continuidad.
Aquí comprendemos por qué a Kusturica se le considera el Fellini de los Balcanes y cómo el alumno superó al maestro. Sea como fuere esta es una obra inolvidable que no podemos dejar de ver porque es un auténtico disfrute, sin lugar a dudas. Por cierto, véase como complemento "Balkanski Spijun", otra genialidad de la tierra.