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Voto de davilochi:
6
Drama
Drama sobre los problemas de la Croacia moderna. Varios jóvenes de la Zagreb posterior a la guerra, hooligans del Dínamo de Zagreb, alcohólicos unos, drogadictos otros, violentos otros, reflejan los pequeños odios, la violencia, prejuicios y humor que suceden en el país como una enfermedad que se extiende sin la cura a la vista. (FILMAFFINITY)
28 de mayo de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de la película es una buena alegoría de un fenómeno que se extiende entre capas más o menos amplias de la población croata, sin embargo esto es algo generalizado en los Balcanes: los efectos de la guerra, el nacionalismo y el progreso sobre la mentalidad, costumbres y vida de la generación que alcanzó la edad adulta allá por los 90. Estamos ante cine social de la naturaleza de "Huddersfield" en serbia, si bien esta es una película de menor calidad. Es evidente que el propósito de la película no es mostrar la realidad de los cuatro jóvenes en torno a los que gira la historia como un fenómeno generalizado entre la población croata, sino más bien todo lo contrario: observar cómo el nuevo rumbo tomado por la Croacia del siglo XXI hacia Europa ha ido dejando preocupantes y extendidas bolsas de marginalidad en las márgenes de la sociedad, sin apenas posibilidad de integración para éstas. De este modo Croacia estaría copiando no sólo los mejores, sino también los peores aspectos de las sociedades occidentales. No obstante, lejos de observar la raíz de sus problemas estas minorías tratan de utilizar el nacionalismo más radical y excluyente (principal legado de la era Tudjman) como el canal a través del que sentirse parte del mundo en que viven. El paradigma de dicha idea es la afición del Dinamo de Zagreb, club con una fuerte carga simbólica entre los croatas (su enfrentamiento con el Estrella Roja en mayo de 1990 fue el que precisamente dio inicio simbólico a la guerra serbo-croata, como ya apuntara en la crítica a la película "Rane"). La vida de los cuatro protagonistas gira en buena medida en torno al apoyo incondicional a dicho club.
Hay que reconocer que Rene Bitorajac lleva a cabo un papel impresionante representando a Krpa, personaje en torno al que se estructura gran parte de la historia ya que se convierte en el eje en torno al que pivotan el resto de protagonistas. La película se mueve a través de brutales y dinámicos diálogos cargados de realismo. Por lo general todas las actuaciones rayan a un altísimo nivel, este es para mí el principal valor de la película. Krpa muestra todos los rasgos de una persona desequilibrada cuyas únicas aspiraciones en la vida son el fútbol y la violencia gratuita, a través de él conocemos problemas sociales tan graves como el maltrato a la mujer. Sin lugar a dudas algunas de las escenas más escalofriantes de la película son aquellas en que éste aparece maltratando a su mujer. Aquí se nos muestra en toda su crudeza la pervivencia de una Croacia tradicional donde el patriarcado sigue siendo tenido en cuenta como el mejor modo de organizar la sociedad, lo cual genera todo tipo de arbitrariedades por parte de hombres como el propio Krpa: "Hay un concierto el viernes", le dice su mujer; "¿Y?", contesta Krpa; "¿Iremos? Jasna y Pero estarán allí"; "Y una mierda"; "Nunca me llevas a ningún lado"; "Los has pillado, ¿y qué?"; "¡Bien! Iré yo sola"; "No irás a ningún lado. Tengo hambre".
Hay que reconocer que Rene Bitorajac lleva a cabo un papel impresionante representando a Krpa, personaje en torno al que se estructura gran parte de la historia ya que se convierte en el eje en torno al que pivotan el resto de protagonistas. La película se mueve a través de brutales y dinámicos diálogos cargados de realismo. Por lo general todas las actuaciones rayan a un altísimo nivel, este es para mí el principal valor de la película. Krpa muestra todos los rasgos de una persona desequilibrada cuyas únicas aspiraciones en la vida son el fútbol y la violencia gratuita, a través de él conocemos problemas sociales tan graves como el maltrato a la mujer. Sin lugar a dudas algunas de las escenas más escalofriantes de la película son aquellas en que éste aparece maltratando a su mujer. Aquí se nos muestra en toda su crudeza la pervivencia de una Croacia tradicional donde el patriarcado sigue siendo tenido en cuenta como el mejor modo de organizar la sociedad, lo cual genera todo tipo de arbitrariedades por parte de hombres como el propio Krpa: "Hay un concierto el viernes", le dice su mujer; "¿Y?", contesta Krpa; "¿Iremos? Jasna y Pero estarán allí"; "Y una mierda"; "Nunca me llevas a ningún lado"; "Los has pillado, ¿y qué?"; "¡Bien! Iré yo sola"; "No irás a ningún lado. Tengo hambre".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Filip es el otro personaje que más matices ofrece, un heroinómano durante los 90 e inmigrante fracasado en España durante la primera década del siglo XXI que decide volver a Zagreb donde se reencontrará con su familia y amigos: Krpa, Kizo y Dejo. Al igual que todos es un treintañero sin perspectivas de futuro. Su situación contrastará vivamente con la de su padre, un hombre que lucha diariamente por salir adelante mediante el sacrificio y el trabajo duro, todo lo contrario que el propio Filip. Esto le valdrá el desprecio de su padre, en el que parecen aunarse el desprecio por las generación más joven que echó a perder el viejo mundo donde él había crecido, que seguía sumida en sus ensoñaciones nacionalistas. El padre es claro y pragmático respecto a la vida y refleja en cada una de sus intervenciones qué es lo importante en el momento presente: "Tienes que ir a por un trabajo". Además es un europeista convencido que ve el futuro de Croacia en la Unión Europea como esplendoroso y prometedor: Europa se ha convertido en el referente para muchos ciudadanos y sus sueños están próximos a cumplirse en el 2012. Mientras el padre de Filip contempla absorto un programa de televisión en que se habla del esplendoroso futuro de Croacia para la próxima década exclama: "No tienen ni idea de lo que unirse a la Unión Europea significa", a lo que Filip dirá: "¿Cómo puedes ver esta mierda?", el padre, visiblemente contrariado le dira: "¿Mierda? Todo es mierda para ti". He aquí una crítica al descontento crónico del nacionalismo.
El viaje de Dejo y Filip a Sarajevo es uno de los momentos más significativos de la película. Su objetivo es introducir heroína de contrabando en Croacia desde Bosnia. El rechazo de Filip frente a la ciudad, representación de todo lo negativo tanto para serbios y croatas nacionalistas, se pone de manifiesto durante la visita, al igual que sus marcos de referencia: "Cogeremos herpes aquí". En cambio cuando van a visitar a sus familiares en la ciudad se encuentran con que los lazos entre musulmanes y croatas han pervivido entre aquellos que se conocían con anterioridad a la guerra, pero que frente a los demás mostraban un rechazo endémico (es como aquello que decían los alemanes de "todo el mundo tiene su buen judío"). Y el musulmán que visita a la familia halaga a los croatas por lo que han conseguido hacer de Zagreb como ciudad y de su país que camina hacia Europa. Mira con envidia a sus vecinos del norte mientras Bosnia lucha por sobrevivir como una mera ficción de país, que al fin y al cabo es lo que es.
El viaje de Dejo y Filip a Sarajevo es uno de los momentos más significativos de la película. Su objetivo es introducir heroína de contrabando en Croacia desde Bosnia. El rechazo de Filip frente a la ciudad, representación de todo lo negativo tanto para serbios y croatas nacionalistas, se pone de manifiesto durante la visita, al igual que sus marcos de referencia: "Cogeremos herpes aquí". En cambio cuando van a visitar a sus familiares en la ciudad se encuentran con que los lazos entre musulmanes y croatas han pervivido entre aquellos que se conocían con anterioridad a la guerra, pero que frente a los demás mostraban un rechazo endémico (es como aquello que decían los alemanes de "todo el mundo tiene su buen judío"). Y el musulmán que visita a la familia halaga a los croatas por lo que han conseguido hacer de Zagreb como ciudad y de su país que camina hacia Europa. Mira con envidia a sus vecinos del norte mientras Bosnia lucha por sobrevivir como una mera ficción de país, que al fin y al cabo es lo que es.