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Voto de davilochi:
8
Comedia Narra un día en una escuela de Belgrado. Marcado por dos hechos: la limpiadora se jubila al día siguiente, y hoy le hacen una fiesta de despedida. Y por otra parte, la profesora de inglés ha denunciado a uno de sus compañeros: afirma que le obligó a iniciar una relación bajo amenazas gracias a su abuso de poder. (FILMAFFINITY)
5 de noviembre de 2010
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar quiero que quede claro que mi crítica no es más que una prolongación de la de mi amigo Vozidar, que nos dejó un pequeño regalo en su hermosa crítica (uno de los 34 que podemos leer en FilmAffinity) de este peculiar film. No es esta una película en la que uno pueda meterse en frío, es decir, con el fin de pasar el rato sin más, de hacerlo estoy seguro que el espectador quedará al final de ésta con cara de circunstancias. Por lo tanto creo que es necesario tener un pequeño conocimiento de cómo funcionaba un régimen basado en el llamado "socialimo real".

Este film pertenece a toda una tradición nacida de la Escuela de Praga donde encontraríamos a grandes directores como Krzistof Zanussi (recomiendo "Iluminacja"), Krzistof Kieslowski, Feliks Falk o Agnieszka Holland. Markovic es parte de esta corriente de directores de Europa del este que desarrollaron "una actitud de crítica reconciliatoria más que de confrontación dialéctica" frente al orden establecido. En cualquier caso es posible que Markovic vaya un poco má allá de esta crítica reconciliatoria, como voy a tratar de explicar en el spoiler. No obstante, si en algo se parece el yugoslavo a sus colegas es en sus preocupaciones: el día a día en el socialismo real, con especial hincapié en sus defectos funcionales: burocracia, soborno, desempleo, individualismo, exceso de ambición, arribismo... Algunos de estos temas están muy presentes en "Majstori, Majstori!", tanto que son su eje vertebral, especialmente el arribismo de la directora, como ahora veremos.

Sin embargo nada se ve verdaderamente claro hasta la aparición de Miloje, un personaje verdaderamente estelar. Como Vozidar destaca muy acertadamente son los últimos 15 minutos los que encogen el alma, aquellos en los que Markovic despliega todo su virtuosismo. Miloje es la materia gris en la sombra, la representación de la nomenklatura yugoslava que mueve los hilos en la sombra. Desde el mismo momento en que entra en acción con la directora de la escuela surgen toda una serie de contradicciones que merece la pena que atendamos con algo más de atención:

A Miloje le preocupa claramente el exceso de celo de la directora, siempre dispuesta a crecer y mejorar. En un primer momento esto no tiene porque parecer algo negativo. Sin embargo Miloje nos muestra cómo verdaderamente se ha mezclado con esto una ambición personal, un individualismo que poco tiene que ver con los valores de la Federación. Además observa la gran escuela belgradense como algo deshumanizado que ha perdido cualquier viso de armonía y equilibrio orgánico dada la gran cantidad de alumnos y la modernidad de los medios con que cuenta. No obstante su discurso está cargado de hipocresía porque lo que realmente teme es el buen hacer de la directora, buen hacer que podría amenazar su posición y la de otros como él, ya que ésta desea hacerse conocer por los buenos resultados de sus alumnos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
davilochi
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