Esta segunda producción de Roger Corman es una típica historia de monstruos de los años 50 que, aun con una historia interesante de suspenso, es lenta y densa. Solo dura 1 hora y el monstruo aparece solo media hora después y en la confrontación final. Toda la película se centra más en el misterio del monstruo y es sostenida por un buen elenco, en especial la protagonista que le da vida a la cinta. Las secuencias submarinas son buenas para la época en que fueron hechas, pero el film acaba siendo algo mediocre, en especial al usar una grabación de un pulpo real y una marioneta de apariencia diferente para hacer creer que son la misma criatura cuando al ver el film, la diferencia de ambos es muy grande. Aun así, fue solo el comienzo para que Corman terminara produciendo más películas, entre las cuales surgirían buenos clásicos de culto. Mi calificación para esta película es un 7/10.