El siempre contundente artesano Heisler dirigió a mediados de los 50 este drama pasional bastante morbosete en que dos hermanas compiten por los mismos hombres y en el que la nunca suficientemente valorada Linda Darnell brilla con luz propia.

Se trata de una historia muy en la onda de Tennessee Williams, con bastante represión y frustración sexual por medio, además del tema del fuego de los celos y el de la discapacidad física de un inválido (Dan Duryea) que sufrió un accidente tras casarse con una de las hermanas (Faith Domergue) después de haber sido novio de la otra.

Las secuencia del flirteo nunca del todo consumado entre Darnell y el chuletilla (Rick Jason) que un día le presenta el simploncete y bobarrón de su nuevo novio (Hal Baylor) son quizá lo mejor de la película. Pocas veces ha visto uno en una peli a una mujer tan turbada por un hombre y arrobada ante sus encantos como se nos muestra aquí gracias a la prodigiosa interpretación de Darnell y al eficacísimo uso de los primeros planos de Heisler .

Pero Darnell está también tremenda en las secuencias que comparte con Dan Duryea, inmenso asimismo cada vez que aparece en pantalla en un rol bastante más relevante que los que solía tener como villano en westerns o policiales de la época y por los que es más conocido.

Lástima que Faith Domergue, que terminaría siendo una musa habitual del cine de género y de serie B ,no estuviese a la misma altura, algo que desequilibra bastante la peli (sigo en Zona spoiler).