Soy como el abuelo Cebolleta: me encanta contar batallitas. Hoy me cronotransportaré a mi época de estudiante de Arquitectura en la isla de Gran Canaria, cuando vivía en un tranquilo pueblo llamado Santa Brígida, a 15 km de la capital, Las Palmas, rodeado de verde y un clima embriagador y relajante. Como es habitual en los pueblos, cada vez que querías hacer algo un poquito fuera de lo común tenías que ir a la capital, y eso incluía ir a ver los estrenos cinematográficos. Entradas a 300 ptas el día del espectador, ¡qué tiempos aquéllos!

Un amigo de la facultad me dijo un día:

- "Tienes que ir a ver la película de la Señora Doubtfire, es la película en la que más me he reído en toda mi vida. No podía parar de reír, cada minuto me estaba descojonando".

Le contesté:

- "¿Te has reído más que en "Una noche en la ópera"?

Me espetó que no había visto el clásico de los Hermanos Marx y, claro, entonces procedí con cautela. Iría a ver la película, por supuesto, pero sin esperarme nada en concreto. Porque el humor de "Una noche en la ópera" es insuperable.

Y, en esos añejos Multicines Galaxys (que espero que continúen en pie, en la larguísima Calle León y Castillo, bastante cerca de la Fuente Luminosa), me dispuse, en una de esas deliciosas tardes libres de la vida estudiantil, a saborear esa supuesta obra maestra del humor contemporáneo. Y me reí mucho, desde luego, pero como la película está dirigida en gran parte al público infantil, se perdía parte de la mordacidad necesaria para sacarle el máximo jugo a todas las situaciones disparatadas producidas por un travestí a media jornada, intepretado con la consabida maestría por Robin Williams, un actor realmente inclasificable y pletórico en recursos... Puede decirse que en "Mrs. Doubtfire" realmente no se interpreta ¡sino a sí mismo!

"Mrs. Doubtfire" supera la prueba y en la primera hora de rodaje alcanza incluso el notable porque el humor es el protagonista absoluto y no se ve enviciado por la sacarina inherente al cine familiar (genial la escena del doblaje de los dibujos animados del inicio del film). Lástima que la segunda parte de la película meandree un poco y se pierda la mala baba necesaria para convertir el humor en protagonista absoluto.

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P.D.: Espero la consiguiente comisión del Patronato de Turismo de Canarias por la promoción de las Islas Afortunadas en la crítica. Se admiten cheques. Num. Cuenta: 6969-6969-69-6969696969