Empieza el primer capítulo, minuto uno de prólogo, y ya sabes que nada decepcionante puede surgir de una escena así. Aquí está de nuevo, repitiendo el patrón de la primera temporada con un toque más oscuro. Una nueva coral de personajes donde Mcgregor acepta el reto. En el mismo mapa y con la misma fatalidad. Solo hay que esperar a qué discurra la temporada con la sensación de que la sorpresa está asegurada.
No soy un fanático de los Cohen pero se adivina el celo porque una de sus mejores criaturas no pierda su personalidad. Puntazo de categoría para los detalles, recomiendo verla "libre de ruidos" o en su defecto volver a ver el capítulo y entenderán de lo que hablo. Por dar un ejemplo: el apellido fraterno..