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Voto de Ylla:
9
6,8
10.773
Drama
Nadie espera a Amador cuando sale de la cárcel tras cumplir condena por haber provocado un incendio. Regresa a su casa, una aldea perdida de las montañas lucenses, donde volverá a convivir, al ritmo sosegado de la naturaleza, con su madre, Benedicta, su perra Luna y sus tres vacas. (FILMAFFINITY)
16 de octubre de 2019
186 de 208 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bello, aterrador, hipnótico y cruel.. así es el fuego que Oliver Laxe estuvo esperando, para rodar su film con imágenes reales de incendios, con personajes que no eran actores pero sí reales: magníficos ambos.
Amador: El que ama
Benedicta: La bendecida
Amador: El que ama
Benedicta: La bendecida
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Qué nombres tan apropiados para la historia..
Una tierra; la Galicia profunda, bendecida por una belleza de una naturaleza agreste; casi intocable por mano humana.
Y un hombre que se ve y palpa que ama a la naturaleza: descansa pegado a la tierra, pierde sus dedos entre el pelaje de su perro, devuelve el agua a su cauce, ayuda a su vaca a salir de un lodazal..todo esto en compañía de su única amiga: su perra Luna; un eterno satélite rotando alrededor de su tierra; Él.
Por el tamaño del dosier judicial de Amador, entendemos que no ha tenido una vida fácil..es el problema de cometer un error porque éste se convertirá en carta de presentación para el resto de su vida...una vida en perpetuas llamas..una vida con un juicio moral cada día..una vida con burla y también desdén..una vida que, en parte, también incendian los demás; mostrando un rechazo abierto y una tímida invitación a integrarlo en el progreso:
Un progreso que no te saca de hoyos de barro, no.
Es un progreso que mata; decapitando árboles foráneos o infectando a los endémicos..da igual. Para así poder convertir la perfección en algo solamente rentable.
El eucalipto es un árbol pirofobo, ya que resurge tras el fuego. ¿Poseerá Amador la misma cualidad?
Al igual que Benedicta retrata a la Galicia rural, en serio peligro de extinción (alojada, sola, esperando, en el hueco de un último árbol autóctono.)...(qué instante tan hermoso), Amador puede ser que sea ese eucalipto "más malo que el demonio" pero que a su vez "si hace sufrir es porque sufre"..en comunión con la naturaleza y excomulgado por la sociedad; un caballo extraviado y extenuado, saliendo a trompicones de un incendio; dañado, exhausto y cegado por un mundo en llamas, un mundo que ansía destruir para solo poseer.
En Galicia hay 1/3 de los eucaliptos de España. Al año se solicitan más de 600.000 permisos para quemar..lo preocupante es: ¿Cuántos no se pedirán?..esto unido a la casi nula cultura (y escasa conservación) de la riqueza autóctona, el crecimiento sin control de biomasas, el deterioro de tierras ayer de labranza y hoy son selvas de zarzas, la inadecuada plantación de árboles foráneos y su mantenimiento, consiguen que se prenda enseguida la chispa; abocando al paraíso a consumirse, dejando solo las cenizas..
con o sin intención.
Y es que..el eucalipto, como Amador, no tiene la culpa de ser un eucalipto.
Una tierra; la Galicia profunda, bendecida por una belleza de una naturaleza agreste; casi intocable por mano humana.
Y un hombre que se ve y palpa que ama a la naturaleza: descansa pegado a la tierra, pierde sus dedos entre el pelaje de su perro, devuelve el agua a su cauce, ayuda a su vaca a salir de un lodazal..todo esto en compañía de su única amiga: su perra Luna; un eterno satélite rotando alrededor de su tierra; Él.
Por el tamaño del dosier judicial de Amador, entendemos que no ha tenido una vida fácil..es el problema de cometer un error porque éste se convertirá en carta de presentación para el resto de su vida...una vida en perpetuas llamas..una vida con un juicio moral cada día..una vida con burla y también desdén..una vida que, en parte, también incendian los demás; mostrando un rechazo abierto y una tímida invitación a integrarlo en el progreso:
Un progreso que no te saca de hoyos de barro, no.
Es un progreso que mata; decapitando árboles foráneos o infectando a los endémicos..da igual. Para así poder convertir la perfección en algo solamente rentable.
El eucalipto es un árbol pirofobo, ya que resurge tras el fuego. ¿Poseerá Amador la misma cualidad?
Al igual que Benedicta retrata a la Galicia rural, en serio peligro de extinción (alojada, sola, esperando, en el hueco de un último árbol autóctono.)...(qué instante tan hermoso), Amador puede ser que sea ese eucalipto "más malo que el demonio" pero que a su vez "si hace sufrir es porque sufre"..en comunión con la naturaleza y excomulgado por la sociedad; un caballo extraviado y extenuado, saliendo a trompicones de un incendio; dañado, exhausto y cegado por un mundo en llamas, un mundo que ansía destruir para solo poseer.
En Galicia hay 1/3 de los eucaliptos de España. Al año se solicitan más de 600.000 permisos para quemar..lo preocupante es: ¿Cuántos no se pedirán?..esto unido a la casi nula cultura (y escasa conservación) de la riqueza autóctona, el crecimiento sin control de biomasas, el deterioro de tierras ayer de labranza y hoy son selvas de zarzas, la inadecuada plantación de árboles foráneos y su mantenimiento, consiguen que se prenda enseguida la chispa; abocando al paraíso a consumirse, dejando solo las cenizas..
con o sin intención.
Y es que..el eucalipto, como Amador, no tiene la culpa de ser un eucalipto.