Seven es uno de los mejores thrillers que se pueden encontrar en las últimas décadas. Puede presumir de un gran guión, sin un momento para aburrirse y con los escasos momentos de descenso de tensión perfectamente planeados, además de tener uno de los mejores finales que se hayan visto para este género, quizás porque en contra de la norma, lo importante no es quién sino el cómo. El autor resulta en cierto modo irrelevante, porque no importa resolver quién es el criminal, sino entender la personalidad del personaje que causa los crímenes.
La ambientación es estupenda, la fotografía la completa a la perfección, y consigue darte cierta sensación de desasosiego incluso cuando no aparece nada realmente amenazante en la pantalla. En algunas ocasiones algo explícitas (quizás, y sólo quizás, innecesariamente) puede llegar a ser algo desagradable para estómagos débiles, aunque soportable.
Una película prácticamente obligada, y con un final para recordar por su dureza emocional.
spoiler:
Entre la charla final y la dura decisión del personaje de Pitt, una excelente forma de finalizar esta obra. Aunque en realidad son dos obras las que terminan, la película y la criminal del personaje de Spacey.