Pues vista The interview hay que decir que la película es lo que es y que no engaña. El tono es ése, bobalicón, americano e idiota en una historia que consiste en algo bastante improbable: hay que ¿entrevistar? a Kim Jong-Un. Historia en la que no sólo queda mal parado el líder nor-coreano: véase la parodia (casi en plan Simpsons) de diversos estamentos de la sociedad norteamericana.

The interview tiene momentos graciosos, claro, porque a base de gracias está construida la película. Momentos como el de la entrevista, delante y detrás de las cámaras (ciertos desgarros ocurridos en una sala de control). Pero claro, su lenguaje a veces es soez más que divertido y en ocasiones un poco pesadete.

Y varios aspectos que aquí nos llamarían la atención: manda narices que vaya a derrocar al líder nor-coreano alguien llamado ¡¡¡¡¡¡Franco!!!!! (el actor, ya lo sé). Es más, pensando, se me ocurre qué pasaría si la película fuera española, estuviera dirigida por Santiago Segura (posible sexta parte de Torrente), el enlace para contactar con los coreanos fuera el pequeño Nicolás... Definitivamente sería digno de verse.

Nombro a Segura. Y lo que digo sé que es improbable, por no decir insignificante, pero es como si Segura hubiera creado escuela involuntaria en América, salvando las distancias y sabiendo que allí no han visto (salvo Oliver Stone, Alec Baldwin y sus respectivas señoras) ninguna de sus películas: lo chabacano, el lenguaje procaz... Claro, allí la escuela gamberra es propia y proviene de los 80.