Basado en la historia real de una niña secuestrada y abusada por un místico loco delirante, este telefilm –que si no me equivoco fue terminado apenas un año después de acontecido este hecho- no despega mucho más allá de lo habitual para los telefilmes, ya sea en cuanto a presupuesto, dirección, actuaciones, calidad en general o emoción, aunque también logra ser bastante eficaz. La película elude por completo los aspectos más terribles del secuestro de esta niña, como lo son las abusos sexuales que sufrió durante todo el tiempo que estuvo en cautiverio. Pero es eficaz en mostrar la angustia y el miedo de su familia, sus padres y demás familiares que descubren con horror que su querida hija apenas adolescente ya no está y que se encuentra en manos Dios sabe que tipo de pervertido. Pero además deben soportar la inutilidad de la policía que además sospechan que hay trapos sucios que la familia quiere ocultar y dirigen sus sospechas hacia los parientes de la chica, y también están los medios de comunicación siempre prontos a explotar el sensacionalismo y las teorías absurdas y morbosas…