La película comienza justo en el mismo punto dónde acaba la primera parte, introduciéndonos de lleno en una nueva batalla entre los Aliens y los Predators, y claro está con los humanos de por medio.
Los efectos especiales son perfectos, con una amplia galería de movimientos de todas las criaturas que aparecen en la película, además los escenarios son los ideales, y dan sensación de oscuridad, agobio y peligro.
Las interpretaciones se dejan pasar, pues los actores solamente se dedican a interpretar lo mejor que pueden a sus personajes sin ningún tipo de pretensiones.
Aún así, se nos ofrece un producto de puro entretenimiento, con escenas de acción muy bien logradas, y todo ello mezclado con el placer de volver a ver a estás mitológicas criaturas de nuevo en el cine. Todos estos ingredientes la convierten en un producto verdaderamente aconsejable para pasar un rato muy entretenido.
Y un último punto a resaltar que también se nos muestra en la película, y ese es que el ser más violento y malvado no es ni un Predator ni un Alien, sino que son los humanos (cuando vean la película comprenderán esta frase).
spoiler:
Eso sí, contiene algunas escenas realmente fuertes e impactantes, como por ejemplo el Alien que se reproduce en el interior del cuerpo del hijo (tan solo un niño) del cazador al comienzo de la película, así como la escena del hospital en la que no se respeta ni tan siquiera a los recién nacidos ni a las mujeres embarazadas. Pues escenas como estás contribuyen a aumentar el realismo y la sensación de terror de los espectadores más sensibles.
Un pequeño punto en contra es el que solamente sea un Predator el que libra la batalla contra decenas de Aliens, pues hubiera quedado más realista que hubieran sido varios y no uno solo los representantes de la raza Predator.
Y una gran sorpresa con la introducción por primera vez del híbrido Predalien, un ser que mantiene una mezcla de las características más relevantes de estos dos monstruos del cine, y que se convierte en la gran estrella del film.