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Voto de Travis Bickle:
10
Drama Un niño acude con su familia a pasar el domingo a la madrileña Casa de campo, el mismo día en que el Atlético de Madrid, su equipo, tiene la posibilidad de ser campeón de Liga. (FILMAFFINITY)
24 de junio de 2014
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Ganar, y ganar, y ganar y volver a ganar, y ganar, y ganar, y ganar y volver a ganar, y ganar, y ganar, y ganar… ¿Queréis que me tire media hora? ¡Eso es el fútbol!”. Una sola palabra para describir la auténtica esencia del fútbol. Claro y directo. Y no podía venir de otra persona que no fuese un sabio nacido en Hortaleza, apodado Zapatones y con su dorsal número 8 grabado en la rojiblanca: Don Luis Aragonés.

Este gran cortometraje cargado de emoción personal y futbolística se centra en otra vertiente que los colchoneros conocemos también de primera mano: la derrota, o mejor dicho, el infortunio. Debo dejar claro que históricamente a este equipo se le ha conocido con un desagradable e inmerecido apelativo que no pienso reproducir y que se ha utilizado más para hacer daño que para otro fin. Algo que surgió de la propia casa (Don Vicente Calderón) y que debía haber quedado en un simple comentario más, se ha prolongado hasta nuestros días. El Atleti, no obstante y como equipo ganador que es, no ha gozado de buena suerte en momentos puntuales de su existencia, cosa que se ha visto doblemente compensada por el sentimiento que derrocha la tribu del Manzanares. Y aquí podemos ver una pequeña parte de esto.

A caballo entre el drama familiar causado por una enfermedad y el desenlace del título de Liga de la temporada 70/71 se va desarrollando la trama de la película. El director muestra en un blanco y negro necesario la ilusión de un niño por ir a ver a su equipo al campo junto con la inocencia de no ser consciente de la situación tan difícil por la que atraviesa su familia. Esa es la misma ilusión que el padre tiene o más por escuchar junto a su hijo la retransmisión que puede darle el alirón a su equipo. Juntos y con un destino interrogante en el horizonte, afrontan con ilusión y nerviosismo la consecución de una gran alegría. Pero acostumbrados a jugar al borde del alambre entre la derrota más dura y la victoria más sufrida y placentera, sólo un posible desenlace es el que le espera a esta doble historia.

Si como bien dijo el gran Luis el fútbol es ganar, también en la vida hay que intentar hacer lo mismo si lo que quieres es vivir y no sobrevivir, pero para conseguir este objetivo hay que luchar sean cuales sean tus armas y no darte nunca por vencido aunque todo juegue en tu contra y puedas perder. Pero en todo esto, mi Atleti, siempre ha sido y será el glorioso campeón.
Travis Bickle
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