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España España · Zaragoza
Voto de Kris:
8
Drama Fritz Haarmann, que asesinó a 17 chicos tras mantener relaciones sexuales con ellos y posteriormente vender su carne en las postrimerías de la IGM en 1918, es interrogado por un psiquiatra para saber hasta donde está mentalmente sano y la cuantía de la responsabilidad de sus crímenes. Durante estos interrogatorios Haarmann revelará sus motivos y métodos de asesinato. (FILMAFFINITY)
30 de abril de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Karmakar no es muy conocido por el público fuera de Alemania pero este director, productor y guionista suele estar metido como jurado y conferenciante en varios saraos relacionados con el cine, además de compaginar su tarea creativa con la docencia en Harvard. Aunque se le reconoce principalmente su curriculum de documentales, con apenas 30 años firmó su primer largo de ficción aunque basado en los testimonios que rodearon la captura de Fritz Haarmaann, el Vampiro de Hannover. Haarmann fue un asesino en serie que liquidó y descuartizo al menos a 22 jóvenes homosexuales mordiendo ferozmente la tráquea o la yugular. Luego se dice que vendió la grasa de los cuerpos o los hizo salchichas, hasta que los lugareños sospecharon demasiado del inusual color de la carne, presuntamente, de cerdo. Este atípico retrato de un psicópata se circunscribe apenas en una habitación en la que un psiquiatra, el pajarito y un taquígrafo irán componiendo con todo lujo de detalles estos sucesos en la Alemania de principios del XX. El peso, por tanto, recaé prácticamente en el actor que da vida al vampiro más allá de la réplica del psiquiatra, personaje que tiene el cometido de provocar al monstruo para que este alumbre el caos que habita su cerebro y el infierno que surgió de sus acciones. Götz George, como Haarmann, parte del personaje de Peter Lorre para M. El vampiro de Düsseldorf, aunque la peli de Lang se basaba en Peter Kürten, otro asesino en serie contemporáneo de Haarmann pero con destacadas similitudes. No obstante George ofrece una mayor complejidad gracias al enfoque a modo de confesión culpable de la película. En un principio el entorno cerrado y varios minutos de un tipo patético, con muy pocas luces, que no dice más que estupideces puede quizás desanimar, pero si tenemos un poco de paciencia enseguida descubriremos la trampa que esconde la estructura narrativa y, tras un extraño detonante, nos asombraremos ante la terrible astucia del protagonista, siendo testigos de la aparición de salvajes relatos de atrocidades, sin atisbo de acomodamiento para el espectador mientras la película se embadurna de violencia. Este creo que es el mejor activo de esta película, la progresión formidable de Haarmann y los dos personajes que gravitan a su alrededor, como les come el terreno y evolucionan con gran dominio de los tiempos. Der Totmacher es una peli de "psycho killers" que se desmarca de la habitual recreación de hechos espeluznantes para ofrecer el complicado viaje por la laberíntica mente del asesino.
Kris
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