Cuando Richard Fleischer rodó la secuela del héroe cimerio, él era ya parte de cierto pasado. Quiero decir que ya estaba casi fuera de juego y se nota. No todo el mundo tiene capacidad para adaptarse bien a los nuevos tiempos y parece que Fleischer no tuvo esa capacidad.

Dino de Laurentis da paso a su hija y Milius da paso a Fleischer. En líneas generales da la sensación de ser un encargo que nadie quería hacer y sobretodo nadie entendía. La historia no es que sea mala, es que está mal dibujada y rompe con todo lo visto en la película anterior. No hay un villano de altura sino todo lo contrario: un Wilt Chamberlain que convierte a Schwarzenegger en Laurence Olivier y lo que es peor, el monstruo final pasa por ser un chiste (en aquella época los efectos especiales eran mucho mejores que lo que vemos aquí, no hay justificación alguna).
Algunas cosas parecen rodadas diez o quince años antes (pobre Fleischer, no sabe ponerse al día), la fotografía de Cardiff es tan bonita como... como decirlo, como lo anterior, no hay cohesión con la película anterior. Es un ejemplo que, algo bueno como es el trabajo de Cardiff tiene un algo negativo: se ve como una película totalmente ajena a la gloriosa Conan el Bárbaro. Bueno, el verse como algo tan diferente limpia un poco el nombre de la película original.

Lo mejor la música de Poledouris que sigue sin estar a la altura de la anterior. Me imagino su papel. Parece ser que le dijeron que su música en la película anterior era muy religiosa (por la presencia coral en parte y por su explosividad) y que se contuviera un poco. Por tanto, me imagino que entre eso y el resultado final de la película (me duele llamarla así) Poledouris no tendría mucha motivación para la película.

He mencionado a Chamberlain, pero no sólo él. Gerry Lopez hizo un buen papel en la película anterior y ahora su papel se sustituye por un bufón. Y Grace Jones y Olivia d'Abo hacen un papelón de juzgado de guardia. Todos, todos, todos rozan el ridículo. Incluso Mako, quien hizo un buen papel en la película anterior, roza el ridículo.

Me falta por ver Red Sonja, que es una especie de pseudo-secuela de Conan que no lo es a su vez (una historia muy larga) pero es harto sabido que el resultado es nefasto (mi interés en Red Sonja está en Ennio Morricone).

La película es altamente prescindible.
Recomendable solo para ciegos y sordos que aunque tengan delante la película no van a sufrir ni un ápice con el visionado de la misma.