Una de las obras fundamentales de Mankiewicz, justo por debajo de sus dos obras maestras imprescindibles: "Eva al desnudo" y "La huella".
Una, si no la mejor, película de espías de todos los tiempos. Un guión de una precisión matemática con una resolución magistral, tanto como la perfecta composición de James Mason.
Una película para reivindicar más, modelo de narración. Puntillista en el detalle, en todo momento verosímil. Hoy en día contendría más escenas de acción que la alejarían de la veracidad. Es todo un ejemplo de relato en todo momento emocionante sin necesidad de peleas y persecusciones espectaculares.

Resulta llamativo encontrarse a James Mason con música de Bernard Herrmann, que contiene parajes muy similares a "Con la muerte en los talones", justo al contrario del rol que interpreta en la obra maestra de Hitchcock.