Una historia basada en hechos reales que engancha desde el primer hasta el último minuto, aunque para mí (por mi propia experiencia en los mentideros de los chats) resulta previsible en su final.
Buenas interpretaciones, un guión basado en hechos reales y una historia contada de forma sencilla y amena harán que te mantengas sentado hasta ver el desarrollo final de la película, en donde más de uno seguro que se lleva una sorpresa.
Esta cinta es un claro ejemplo de lo peligroso que pueden resultar los chats, un peligro del que muchas veces no somos conscientes, flirtear con desconocidos puede llegar a convertirse en una pesadilla de la que, como en este caso, las consecuencias son tan dramáticas como irreversibles.
Si alguno o alguna aprende que hay cosas que no se deben hacer por Internet esta película habrá servido para algo, lamentablemente no todos se aplicarán la lección...