Media votos
6,2
Votos
2.803
Críticas
11
Listas
80
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Dargor:
8
8,2
14.061
Drama. Romance
Un viejo payaso (Charles Chaplin), después de evitar el suicidio de una joven bailarina (Claire Bloom), no sólo la cuida, sino que, además, se ocupa de enseñarle todo lo que sabe sobre el mundo del teatro para hacerla triunfar. Último y melancólico film americano de Chaplin. (FILMAFFINITY)
2 de diciembre de 2008
28 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El público, esa muchedumbre, ese monstruo sin cabeza.”
Una desmemoriada sociedad estadounidense recibió con frialdad la última obra chaplinesca por aquellas tierras. Una oda a la vida de uno de los mayores genios del cine. Cada pincelada de la obra del cineasta tiene cabida en esta nostálgica visión sobre el crepúsculo de un artista, que en tiempos fue venerado como el que más, pero que en la actualidad no es más que una sombra, un nombre.
Es cierto que no vemos a un personaje, vemos a Chaplin, y por momentos a Charlotte. ¿pero quién es capaz de discernir cuál es realidad y cual ficción…?
Charles Chaplin es único en crear una felicidad desde el inicio hasta el fin. Un sentimiento universal. Hasta en una drama tan mayúsculo como este no pude dejar de sonreír. Porque tiene ese don, el don de transmitir esa felicidad, incluso aunque no quieras ser partícipe de ella.
Te invita a vivir.
Una desmemoriada sociedad estadounidense recibió con frialdad la última obra chaplinesca por aquellas tierras. Una oda a la vida de uno de los mayores genios del cine. Cada pincelada de la obra del cineasta tiene cabida en esta nostálgica visión sobre el crepúsculo de un artista, que en tiempos fue venerado como el que más, pero que en la actualidad no es más que una sombra, un nombre.
Es cierto que no vemos a un personaje, vemos a Chaplin, y por momentos a Charlotte. ¿pero quién es capaz de discernir cuál es realidad y cual ficción…?
Charles Chaplin es único en crear una felicidad desde el inicio hasta el fin. Un sentimiento universal. Hasta en una drama tan mayúsculo como este no pude dejar de sonreír. Porque tiene ese don, el don de transmitir esa felicidad, incluso aunque no quieras ser partícipe de ella.
Te invita a vivir.