Secuela de otra conocida saga de terror juvenil como es 'Leyenda urbana' que se saldó con resultados dispares para sus dos primeras entregas. Lo de secuela lo decimos por su título porque por su argumento y después de verla podría haber tenido el título que quisiera. No se parecen en nada. Las dos primeras (con ya de por sí poca historia en común) se basaban en el habitual asesino enmascarado detrás de un grupo de jovencitos. En ésta, la cosa se inclina hacia lo sobrenatural. En ese aspecto puede que la película decepcione más que nada por estar dentro de la saga en la que se supone que está. La historia es bastante simple y fácil de seguir y si uno acepta pronto que lo que está viendo se parece más a un episodio de 'Embrujadas' o ‘Pesadillas’ que a 'Leyenda urbana' puede pasar una hora y media distraída. La cinta no llega a aburrir y ese es prácticamente el gran mérito de una producción de bajo presupuesto que cuenta con actores recién salidos de su casa, una dirección tremendamente plana y una música insípida. Hay escenas de cierto agrado a pesar de que sus efectos son discretos y algún que otro susto impredecible. El guión naufraga en ocasiones y la puesta en escena de 'Mery la muerta' es un poco ridícula y se parece demasiado a la de la niña de 'The Ring' siguiendo la moda de niñas diabólicas con camisón. Resumiendo, tramposo título para una cinta bastante modesta y llena de contradicciones que se deja ver si cada uno pone un poco de su parte.

Lo mejor: Alguna que otra muerte agresiva.
Lo peor: Mery es poco terrorífica y el personaje de la mujer negrita es bochornoso. Efectos digitales un poco pobres.