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España España · Valladolid
Voto de vircenguetorix:
7
Terror. Thriller Tras una pelea con su socio, un frustrado escultor londinense contempla atónito cómo éste incendia el museo con el fin de cobrar el seguro y poder pagar las deudas. El artista queda inconsciente en medio del fuego, pero sobrevive, aunque con las manos quemadas. Años más tarde reabre el museo en Nueva York. (FILMAFFINITY)
2 de octubre de 2008
27 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde 1934 hasta 1967, el cine en los Estados Unidos estuvo bajo sospecha. Todas y cada una de las películas que se proyectaban tenían que cumplir lo que se llamó el Código Hays, que no era otra cosa que lo que se consideraba moralmente aceptable o no.

Es por ello que mucha gente joven cuando ve películas antiguas, tiene la impresión de encontrarse ante un universo muy distinto al que pertenecen. Y en parte tienen razón, la censura es la censura nos guste o no. Aunque también es verdad que como decía Berlanga la censura disparaba el ingenio y hacia a los cineastas más inteligentes en ese arte del insinuar y no mostrar. Ahora ya no pasa. Bueno y mucho antes tampoco. En los años veinte la pornografía conoció un boom en tierras norteamericanas y se podían incluso ver en cines de barrio, muchas películas comerciales eran realmente provocativas y la libertad de aquellos locos años era una realidad.

“Los crímenes del museo” es del año 1933 y tiene diálogos tan atrevidos que ya quisieran otras muchas de los sesenta. La protagonista es una periodista bastante liberada y algo superficial que investiga unos sucesos que la llevará hasta un museo de cera, donde se unirán las dos historias paralelas que tiene la cinta, la de terror y la de comedia-thriller.

La ventaja de la versión posterior de André de Toth es que se carga toda esa parte más de comedieta y la hace más lúgubre, mientras que aquí, tiene mucho de parodia, típica de los años de la recesión, donde la gente quería ver a monstruos, y aunque la Universal era la reina en la materia, también la Warner hizo de las suyas como con esta que comento, aunque no tuvo un excesivo éxito y estuvo pérdida durante muchos años hasta que apareció el rollo en uno de esos sótanos como el de la película.

En cualquier caso, esta película del gran director de estudio o de encargo como prefieran, que fue Michael Curtiz es absolutamente recomendable porque es encantadora, con todas las letras. Se ve en un santiamén y encima te deja regusto a cine preclásico. Según esta la producción cinematográfica en nuestros días como para quejarse.
vircenguetorix
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