Una película tan detestable en su forma como en su mensaje. Lo curioso es que algunos deben de pensar que va contra el sistema. Típico pensamiento dominante nihilista donde el dinero manda y las drogas se imponen y el relativismo y hedonismo son los asideros ideológicos que han permanecido.
¿Hay algo peor que un francés que vaya de pseudointelectual? Sí, un canadiense francófono que vaya de lo mismo, ya que será antiestadounidense y antiespañol. Dos por uno, como en el carrefour.
La mentira sobre los crímenes cuantitativos presentados como Holocausto en América Latina por los españoles solo pueden sustentarlo y apoyarlo dos tipos de personas: nacionalistas periféricos o incultos. Eligan el grupo al que pertenecen si piensan de esa forma.
Denys Arcand tiene tan poca imaginación para escribir guiones que nos tiene que contar su triste vida. Si quieres un Québec independiente, te recomiendo que empieces por dejar de insultar, mentir y manipular y hagas cine, es decir, con una historia, no si te pones un pijama azul o si te gusta mas el hachís que la marihuana. No me importa.
A destacar algunas interpretaciones, eso sí, al servicio de la intoxicación y manipulación mental más malintencionada que recuerdo en años.