Haz click aquí para copiar la URL
Voto de irian hallstatt:
7
Drama Tom tiene 28 años y está destinado a seguir los pasos de su padre en el sórdido y a veces brutal negocio inmobiliario. Sin embargo, gracias a un encuentro casual, concibe la ilusión de llegar a ser pianista como su madre. Con gran determinación, empieza a prepararse para una audición con una experta pianista china. Como ella no habla francés, la música será el único medio de comunicación entre ambos. En estas circunstancias, su trabajo ... [+]
13 de septiembre de 2007
35 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
“De Latir, mi Corazón se ha Parado” es un drama crudo, intenso, a ratos bastante sórdido, sobre un joven que, cerca ya de los 30 años, decide replantearse parte de su vida. Tom es un joven que quedó vivamente marcado por la muerte de su madre, a la que parecía fuertemente apegado. Debido a la falta del anclaje emocional e intelectual que suponía su madre, adopta de su padre cierta visión vital, aunque está claro que sus formas de percibir el mundo y percibirse a si mismos son bien distintas. Tom mantiene su carácter y personalidad, pero en un ambiente que lo corrompe.
A través de su padre se adentra en el mundo inmobiliario, de negocios, donde desarrolla el papel más vil: extorsionador; casi empleado de una mafia donde el dinero domina sobre cualquier otra cosa. Y parece dársele bien el asunto, pese a que por mucha triste y mezquina secuencia con la que el film nos introduzca en ese mundo, también nos muestra a una persona no exenta de cualidades morales, si bien estas no estén en su momento cumbre.
Nuestro protagonista atesora ciertos valores y sentimientos que lo hacen no encajar realmente en el mundo en que se mueve, que esa industria en que se halla no le resulte del todo cómoda. Esa propensión emocional y el chispazo necesario comienzan a alejarlo de esa realidad escabrosa. Se reencuentra con una de sus pasiones de juventud: el piano, la música. Es algo que cree dará un nuevo enfoque a su vida; una oportunidad para el verdadero desarrollo personal y restablecer su autoestima; volcarse en algo ajeno al materialismo que desde hace tanto tiempo lo ha tiranizado, y establecer así también un vínculo con su madre, pianista profesional, y de la que heredó el gusto por la música. Ha visto la luz.
La crudeza de lo que vemos no mengua un ápice en todo el metraje. Pero el empeño que pone en algo creativo y anímico suaviza un poco el sucio mundo que recorremos.
Película con mensaje tenuemente consolador, difícil leer entre tanto caos moral y roña humana. Su ritmo avieso y enérgico la hace además entretenida de ver.
irian hallstatt
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow