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Voto de irian hallstatt:
10
Animación. Fantástico Versión oscura del famoso cuento del flautista de Hamelin, de Robert Browning, que mezcla diferentes técnicas de animación, especialmente stop-motion (marionetas) y diferentes estilos que van desde el arte medieval al expresionismo alemán. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2008
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Europa del Este lleva desde principios del siglo pasado ofreciendo un cine de animación fabuloso, de una exquisitez a veces solo para paladares adultos.

Una animación cuyo detallismo escapará a la mayoría de los pequeños, aunque puedan disfrutar de muchas de estas películas, y que está más orientada a mentes hechas y derechas. Aunque a decir verdad, tocando ya “Krysar”, bien visto, mejor tener cierto resquicio infantil y una mente algo sinuosa, más que hecha y derecha, para dejarse envolver por este tipo de animación.

* “Krysar” es una impresionante y macabra versión de “El Flautista de Hamelin”, retorcida y despiadada.
Una preciosa música, a la vez irreal e inquietante, nos introduce en el mundo de la visión de Barta: una ciudad aislada, cerrada sobre si misma y sobre la crapulencia de sus habitantes. Corrupta a más no poder. Lo más puro y noble de lo que se relaciona con la ciudad es la noche. Una ciudad intrincada y gris. Escenarios que recuerdan el expresionismo de “El Gabinete del Dr. Caligari”. Sus habitantes: toscas figuras en madera, talladas de forma tan grosera que se refuerza su degradación. Viene a resaltar aun mas su vil deshumanización el hecho de que en los diálogos y la comunicación no se use un lenguaje humano, sino gruñidos y graznidos más cercanos a los de animales de granja y fieras salvajes. Los vicios más ruines campan a sus anchas por esta Sodoma que es Hamelin, la cual hiede a “naufragio”.


En 5 minutos se nos pinta el cuadro más desolador y mezquino, de obscenidad y sordidez increíbles, pero pintado con gran gusto.
El humor es tan negro que cuesta esbozar una sonrisa de vez en cuando. Olvídense del afable oscurantismo del combo Selick-Burton… “oscuridad, tan solo, y nada más”, y además, sin alivio ni salida.
Se retuerce la historia para que esta gima más, para hacerla aún más terrible; no solo se evita edulcorarla, sino que se le aporta más horror. También hay algún apunte romántico y bucólico, pero que se diluye en su insignificancia y en la oscuridad de todo el film. Aunque la historia de la candida muchacha encandilada por el flautista nos deja algún pasaje impresionante, como son todas las secuencias desde que se abre “Krysar”: todo impresionante, tanto visual, como discursiva y emocionalmente.
Suelo ser bastante crítico con las producciones norteamericanas dedicadas a destartalar y mofarse del cuento popular, pero no tengo queja alguna sobre la demoledora visión que supone “Krysar”. No tergiversa ni viola la esencia del cuento. Enfoca lo que le conviene, hace su propia lectura, y trabaja sobre ello. Consigue una obra poderosa, que deja un sabor entre amargo y desconcertante por el afán minucioso y artesanal, volcado en una historia devastadora.
irian hallstatt
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