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Voto de Reverendo Wilson:
30
Terror. Acción
Sharon es la única superviviente de la explosión del buque de salvamento "Dark Star". Esta teniendo un duro momento, para explicar a la compañia de seguros lo que realmente sucedió. Nadie cree en su historia, en la que cuenta como fueron a parar a una isla que no se encuentra en los mapas, y que según ella, está habitada por zombies. Barker, representante de una empresa farmaceútica, es el único que la cree, y la convence para ir con ... [+]
7 de septiembre de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo remake pirata del "Aliens" de James Cameron a cargo de Bruno Mattei (el primero fue "Shocking Dark", titulado en España "Terminator 2" antes del estreno del film de Cameron), uno de esos entrañables artesanos italianos que cultivaron su filmografía dentro del cine exploit italiano y que nos dejó un buen puñado de productos de inevitable toque "trash" pero con intenciones y estética admirables.
Bruno Mattei se pasó hasta el último de sus días (falleció en Mayo de 2007 siendo esta su última película) haciendo lo que mas deseaba hacer, cine de género. En su época dorada (años 80) siguió la corriente del exploit italiano realizando un buen número de películas siguiendo la estela (y copiando descaradamente) las modas del cine de género: realizó cine zombie y caníbal (siendo "Apocalipsis Canibal" y el inacabo producto de Fulci "Zombie 3" sus destacables aportaciones), peplum ("The Seven Magnificent Gladiators"), terror animal ("Rats"), cárceles de mujeres ("Violence in a Women's Prison" entre otras) o incluso se atrevió con otro remake inconfenso ("Robowar", que copia descaradamente al "Predator" de McTiernan) y la saga "Strike Commando" que bebía claramente del héroe de acción impuesto por el Rambo de Stallone.
En los últimos años, Mattei pareció esforzarse en retomar el estilo de esos films, especilizándose en el cine caníbal ("Cannibal World", "Land Of Dead") y el de zombies ("Island of the living dead" y este "Zombies: The Beginning").
Con su inseparable pseudónimo Vincent Dawn, Mattei ofrece en "Zombies: The Beginning" todo lo que un amante de ese cine trash que él popularizó le gustaría ver, aunque influenciado por algunos efectismos y estéticas del cine actual. No obstante, el fan de las "zombie flicks" se sentirá tremendamente compensado, con toneladas de zombies, gore y el absoluto descaro con el que Mattei dota a la cinta de un estilo tan forzado que le sienta como anillo al dedo a las intenciones del film.
Un probablemente involuntario pero acertado testamento cinematográfico, con el que Mattei se despide y al que muchos reaccionamos con una leve sonrisa agradeciéndole tantas horas de diversión y felicidad con sus exploits. Ciao, Bruno!
Bruno Mattei se pasó hasta el último de sus días (falleció en Mayo de 2007 siendo esta su última película) haciendo lo que mas deseaba hacer, cine de género. En su época dorada (años 80) siguió la corriente del exploit italiano realizando un buen número de películas siguiendo la estela (y copiando descaradamente) las modas del cine de género: realizó cine zombie y caníbal (siendo "Apocalipsis Canibal" y el inacabo producto de Fulci "Zombie 3" sus destacables aportaciones), peplum ("The Seven Magnificent Gladiators"), terror animal ("Rats"), cárceles de mujeres ("Violence in a Women's Prison" entre otras) o incluso se atrevió con otro remake inconfenso ("Robowar", que copia descaradamente al "Predator" de McTiernan) y la saga "Strike Commando" que bebía claramente del héroe de acción impuesto por el Rambo de Stallone.
En los últimos años, Mattei pareció esforzarse en retomar el estilo de esos films, especilizándose en el cine caníbal ("Cannibal World", "Land Of Dead") y el de zombies ("Island of the living dead" y este "Zombies: The Beginning").
Con su inseparable pseudónimo Vincent Dawn, Mattei ofrece en "Zombies: The Beginning" todo lo que un amante de ese cine trash que él popularizó le gustaría ver, aunque influenciado por algunos efectismos y estéticas del cine actual. No obstante, el fan de las "zombie flicks" se sentirá tremendamente compensado, con toneladas de zombies, gore y el absoluto descaro con el que Mattei dota a la cinta de un estilo tan forzado que le sienta como anillo al dedo a las intenciones del film.
Un probablemente involuntario pero acertado testamento cinematográfico, con el que Mattei se despide y al que muchos reaccionamos con una leve sonrisa agradeciéndole tantas horas de diversión y felicidad con sus exploits. Ciao, Bruno!
