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Voto de v00rh33s:
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Drama
Pese a estar castigado por sus padres y profesores, Qasem no se porta bien en la escuela. En vez de estudiar, se pasa todo el día jugando al fútbol. Cuando descubre que el equipo nacional jugará en Teherán, decide ahorrar el suficiente dinero para la entrada y para el billete de bus desde Malayer hacia allí. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2008
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Irán es un país cuyo cine no se cansa de ofrecernos maravillas, y Abbas Kiarostami es el maestro por excelencia. Si obras suyas han sido capaces de enamorarme, no ha sido precisamente una sorpresa que sus comienzos hicieran lo mismo.
"El viajero" es una historia sencilla, otra muestra de lo cotidiano de una manera excelentísima. Un niño llamado Ghassem cuya juventud está basada en la típica ley del mínimo esfuerzo, es un amante incondicional del fútbol. Un día se le presenta la ocasión de asistir a un partido de la selección y está dispuesto a ir sea como sea. Para ello se servirá de actos como faltar a sus clases, conseguir el dinero de la entrada de forma sucia, engañar... Al final del film (spoiler), la especie de "moraleja" que nos deja Kiarostami está más que clara. Un viaje a lo más profundo de las inquietudes infantiles, el mundo inmenso que es para un niño errores cometidos y meteduras de pata que años después no tendrán la menor importancia, pero que en esos momentos en que la vida acaba de comenzar, deben mirarse con atención.
La trama es el viaje de Ghassem y de su esfuerzo para conseguir su objetivo y asistir al partido de fútbol que sucederá en Teherán. Sin embargo, a pesar de que claramente nuestro joven y tramposo protagonista intenta conseguir su objetivo de mala manera, Kiarostami parece ser que nos quiere presentar un punto de vista diferente al que vendría a ser el "correcto", mostrándonos el esfuerzo que hace Ghassem por poder ir al partido de fútbol y su empeño en ello, como mostrando admiración por esa gana y decisión contínua.
Kiarostami tiene la manía de sorprender, y desde éste, su primer largometraje, lo hace con creces, tratándose "El viajero" de una sencilla pero enorme obra maestra del cine iraní a tener en consideración en todo momento.
"El viajero" es una historia sencilla, otra muestra de lo cotidiano de una manera excelentísima. Un niño llamado Ghassem cuya juventud está basada en la típica ley del mínimo esfuerzo, es un amante incondicional del fútbol. Un día se le presenta la ocasión de asistir a un partido de la selección y está dispuesto a ir sea como sea. Para ello se servirá de actos como faltar a sus clases, conseguir el dinero de la entrada de forma sucia, engañar... Al final del film (spoiler), la especie de "moraleja" que nos deja Kiarostami está más que clara. Un viaje a lo más profundo de las inquietudes infantiles, el mundo inmenso que es para un niño errores cometidos y meteduras de pata que años después no tendrán la menor importancia, pero que en esos momentos en que la vida acaba de comenzar, deben mirarse con atención.
La trama es el viaje de Ghassem y de su esfuerzo para conseguir su objetivo y asistir al partido de fútbol que sucederá en Teherán. Sin embargo, a pesar de que claramente nuestro joven y tramposo protagonista intenta conseguir su objetivo de mala manera, Kiarostami parece ser que nos quiere presentar un punto de vista diferente al que vendría a ser el "correcto", mostrándonos el esfuerzo que hace Ghassem por poder ir al partido de fútbol y su empeño en ello, como mostrando admiración por esa gana y decisión contínua.
Kiarostami tiene la manía de sorprender, y desde éste, su primer largometraje, lo hace con creces, tratándose "El viajero" de una sencilla pero enorme obra maestra del cine iraní a tener en consideración en todo momento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ghassem consigue asistir al partido, tras muchas complicaciones, logra asiento horas antes del comienzo del esperado evento, por lo que decide esperarse dando vueltas por la ciudad (otra muestra de la personalidad de Ghassem, prefiere dar vueltas por Teherán en lugar de esperar el comienzo del partido como todo el mundo allí presente). Se queda dormido en la hierba, soñando con los errores que está cometiendo en su infancia y las consecuencias. Al despertar, es casi de noche, corre hacia el estadio y se encuentra con que el soñado partido ha acabado, y nuestro protagonista ve desvanecido ese pequeño sueño. ¿Merecido?