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Voto de cinedeautor:
5
Romance. Drama Alemania, 1912, poco antes de la Primera Guerra Mundial. Un joven licenciado de origen humilde se convierte en secretario y persona de confianza de un rico empresario del acero. El joven visita con frecuencia la casa de su jefe y allí conoce a su esposa, una mujer bella y reservada mucho más joven que su marido. Entre ellos surgirá una relación pasional tan secreta como platónica, pues él no se atreve a revelar sus sentimientos por ... [+]
29 de octubre de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La promesa es un drama de época a la vieja usanza. Lo tiene todo para ser una gran historia de amor platónico entre dos personas no correspondidas y situada en los momentos anteriores a la Primera Guerra Mundial, pero lamentablemente se queda en el intento.

Parece que Leconte tiene prisa por empezar a contar el romance puesto que en prácticamente cinco minutos, ya tenemos desarrollado todo el planteamiento. En un suspiro nos muestra el primer día de trabajo de Friedrich y lo eficiente que es en él, la relación que tiene con su jefe y la grave enfermedad que sufre este, que le hará visitar con mucha frecuencia su casa y así conocer a Lotte, su mujer. La superficialidad presente al inicio de la película nos va a acompañar durante todo el metraje.

Ante la imposibilidad que tiene el personaje de Alan Rickman de moverse de la cama, la relación entre ambos jóvenes se volverá más cercana hasta el punto de surgir en ellos el deseo de tener algo más que una amistad. La película en este punto intenta avanzar sutilmente, con delicadeza; mostrándonos los momentos que pasan juntos y casi siempre bajo la mirada escondida del marido, que parece en todo momento consciente de lo que está ocurriendo. También se nos contará muy por encima el pasado de Friedrich y un pequeño romance que tiene con una criada de su antigua apartamento.

Las actuaciones de los personajes son muy contenidas, no intentan dar un paso en falso por miedo a ser descubiertos. Leconte quiere contagiarnos de la desesperación que empieza a aparecer en un romance que está destinado a no surgir, pero provoca el efecto contrario. Se denota una falta de química entre los dos personajes; solo es el de Rickman el que consigue provocar un cierto aire de intriga y pena. Rebecca Hall y Richard Madden son el sinónimo de frialdad; superficiales, planos y con una inexpresividad alarmante. Pero el problema no viene de sus actuaciones, sino de un guión impersonal y sin alma. Se niega a ser más profundo y a hacernos formar parte de la angustia que se vive en el ambiente. Da demasiada importancia a las cosas que se pueden contar en escasos minutos y zanja otras en un abrir y cerrar de ojos y que podrían haber dado mucho juego, como es el caso de la historia de amor con la criada.

Esta falta de complicidad que tenemos, se hace más latente en la parte más dramática de la obra, que corresponde con el viaje que debe hacer Friedrich por motivos de trabajo a México durante dos años. Y si aun no se ha echado más leña al fuego, esto se agravará aun más con el inicio de la primera Guerra Mundial y la imposibilidad de este para volver mientras dure el conflicto. Al final, uno se siente culpable por no sentir lo mismo que Lotte y permanecer indiferente ante todo.

El que aprueba con nota es el portugués Eduardo Serra que dota a la película de una fotografía muy viva. La banda sonora, aunque escasa, cumple con creces. En cuanto a la dirección, está envuelta en el convencionalismo imperante en este tipo de dramas, aunque Leconte se saca de la manga algunos zooms o ciertos movimientos laterales que descolocan a cualquiera y que nadie salvo él sabría responder el motivo de por qué decide usarlos.

La promesa se deja ver pero desde una gran distancia. No se hace pesada pero tampoco nos implicamos con lo que pasa en la pantalla.

https://cinedeautorblog.wordpress.com/2015/10/29/la-promesa-une-promesse/
cinedeautor
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