La producción española se niega a abandonar la gallina de los huevos de oro que empezó con 7 Vidas y siguió con Aida y ahora crea esta serie. Otra más. Como tantas. En ella, los ingredientes de siempre: la señora mayor, los niños y los protagonistas en sus pisos y en el bar en un tono para todos los públicos y con un chiste cada tres líneas. El resultado también el de siempre. Algo fácil de ver y difícil de apreciar.

A su favor un muy buen casting, en el que no dan el nivel los chavalitos (pobres, es muy difícil tener comedia a esa edad). Va a ser un problema para los guionistas hacer tramas con ellos.

No entiendo el porqué la "originalidad" de enmarcarlo todo en los 80 y con la primera pareja de divorciados de España. Si lo hubieran ambientado en la actualidad no cambiaría nada del guión, salvo las referencias a los personajes de aquella época (que a los menores de 25 años les sonarán a chino) en lugar de a los de ésta.