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Voto de Manospondylus:
3
4,0
97
Animación. Fantástico. Infantil
Mariposa y su peludo amigo Zee regresan en ‘Barbie Mariposa y la Princesa de las Hadas’. En esta aventura mágica, Mariposa se convierte en la Embajadora real de Flutterfield y tiene como misión llevar la paz entre su país encantado y sus rivales, las Hadas de Cristal de Shimmervale. Y aunque Mariposa no causa una gran impresión a su Rey, rápidamente se hace amiga de su hija, la tímida Princesa Catania. Sin embargo, un malentendido ... [+]
29 de febrero de 2024
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Barbie Mariposa y la Princesa de las Hadas supone la 25ª película animada de Barbie de las más de 40 que existen a día de hoy (unas cifras solo alcanzadas por Doraemon pero en más del doble de tiempo), porque, como he mencionado en las reseñas previas, antes de apostar por la calidad de, no sé, digamos la superproducción protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling, en Mattel estuvieron un par de decenios lanzando una o dos películas de Barbie al año, todas ellas con una producción tan low cost y unas historias tan absurdas que les han conferido la categoría de obras de culto debido a lo surrealistas que resultan.
Esta película que nos ocupa es la última entrega de una saga compuesta por la trilogía de Fairytopia y la duología de Mariposa, aunque esta parte ya no incluye ninguna conexión directa con las tres películas originales, sí lo hacía la primera parte de Barbie Mariposa, así que asumiremos que sigue siendo el mismo mundo de hadas. Algo shockeante del doblaje son los cambios de voces y de la traducción de nombres de criaturas y lugares entre estas dos entregas. Lo segundo es un problema que afecta a la versión en castellano y no todos los cambios son a peor (por ejemplo, el País de la Luz ahora es el Reino Alado, que es una traducción algo más fiel de Flutterfield), pero resta cohesión y queda molesto.
Iniciamos esta historia con un prólogo con estética de cuento que recuerda a ciertos filmes clásicos de Disney… o a Shrek, y que prescinde de Elina y Bieber, lo que me da la razón en que ya sobraban en la anterior película. Dicho prólogo sirve de resumen de la entrega previa (y sin recurrir a reutilizar metraje, lo que sorprende bastante) y, tras este, el comienzo es bastante coherente con lo ocurrido anteriormente y los personajes destacan la importancia de la lectura, lo que siempre es agradable, pero no tarda en aparecer un nuevo Bieber rosa que nos recuerda la clase de película que estamos viendo. A continuación tenemos una secuencia que presenta el argumento de la película y que funciona como una suerte de segundo prólogo (sobre todo porque presenta el mismo estilo), que seguramente habría funcionado mejor al comienzo como prólogo único, eliminando la recapitulación de la parte anterior o, mejor, incorporándola en un prólogo unitario. Que para venir de dónde venimos no es terrible, pero el doble prólogo queda raro, especialmente porque van muy seguidos pero con un par de escenas de separación por medio.
En fin, que lo que nos relatan es un conflicto entre las hadas mariposa del Reino Alado (anteriormente llamado País de la Luz) y las hadas de cristal del Valle de la Luz (resulta confuso, sí, pero es cosa de la traducción meter tanta “luz” por ahí, que bien pudieron llamarlo el Valle Brillante o algo así); una enemistad ancestral que queda claro que se debe principalmente a una cuestión de prejuicios, malentendidos y posverdades. Total, que la reina envía a Mariposa en misión diplomática al Valle de la Luz un poco porque sí (Mariposa hace eso tan innecesario de negarse solo para aceptar en la escena siguiente), acompañada de su Bieber particular salido de la nada (en la película anterior nunca apareció, aunque tuvimos un poco del original que es peor) también porque sí.
Por fortuna para Mariposa, ahora se puede viajar por ahí de forma completamente despreocupada. ¿Qué ha pasado con los engendros aquellos que comían hadas? Se suponía que todo el Reino Alado/País de la Luz estaba rodeado de esos seres y, aunque en la película anterior desbarataban los planes de Henna, nunca se solucionaba ese problema; pero ahora parece que han desaparecido sin más de todas partes por conveniencia. Tampoco me voy a quejar mucho porque el viaje sin persecuciones absurdas ni personajes aleatorios indicando a dónde ir se hace agradable, acompañado además de una canción simpática y ayudado por las mejoras en la animación.
El resto de la película versará sobre las vivencias de Mariposa en ese otro reino. Allí su función será la de acercar posturas entre ambos países... y también la de detener a un hada malvada que hace cosas malvadas. Con lo relativamente bien que iba todo no irónicamente hasta ahora. Porque, sí, Barbie: Mariposa contiene ideas buenas pero no puede desarrollarlas al no atreverse a desprenderse completamente de los tropos característicos de las anteriores películas, como los bichos sidekicks molestos, los MacGuffins gratuitos y el hada-bruja villana; por lo que al final terminamos con otra película de Fairytopia demasiado parecida a cualquier otra película de Fayritopia.
Como personaje protagónico Mariposa es sosísima, muy parecida a Elina en todo (lógico al ser ambas avatares de Barbie, básicamente) aunque no es tan Mary Sue en absoluto, y sus interacciones con el resto de personajes (que todavía están menos desarrollados, salvo Catania) son igual de sosas (salvo con Catania). Una vez más, al principio tratan de crear cierta tensión romántica entre Mariposa y el príncipe simp, digo, Carlos, como para hacerlos manifiestamente shippeables, pero, de nuevo, la trama los lleva por caminos diferentes y Mariposa se pasa el resto de la película generando unas intensas vibras homorrománticas con Catania, deuteragonista y princesa de Valle de la Luz (prácticamente desde la primera interacción entre ellas, aunque esta no es tan cantosa como lo fue con Henna, se va intensificando a lo largo de la cinta). En serio, no entiendo esto de meter un chico que sirva de interés romántico oficial para luego aparcarlo y pasar a mostrar un coqueteo tan evidente entre la protagonista y alguna amiga suya que es imposible que no sea totalmente deliberado. Si bien tampoco llega nunca a ser algo explícito ni conduce a nada. Es la quinta vez que ocurre en esta saga, y pasa con cierta frecuencia también en otras muchas películas animadas de Barbie, no puedo ni imaginar con qué propósito, pero suele ser de lo más divertido de estas historias.
(Continúa abajo sin spoilers)
Esta película que nos ocupa es la última entrega de una saga compuesta por la trilogía de Fairytopia y la duología de Mariposa, aunque esta parte ya no incluye ninguna conexión directa con las tres películas originales, sí lo hacía la primera parte de Barbie Mariposa, así que asumiremos que sigue siendo el mismo mundo de hadas. Algo shockeante del doblaje son los cambios de voces y de la traducción de nombres de criaturas y lugares entre estas dos entregas. Lo segundo es un problema que afecta a la versión en castellano y no todos los cambios son a peor (por ejemplo, el País de la Luz ahora es el Reino Alado, que es una traducción algo más fiel de Flutterfield), pero resta cohesión y queda molesto.
Iniciamos esta historia con un prólogo con estética de cuento que recuerda a ciertos filmes clásicos de Disney… o a Shrek, y que prescinde de Elina y Bieber, lo que me da la razón en que ya sobraban en la anterior película. Dicho prólogo sirve de resumen de la entrega previa (y sin recurrir a reutilizar metraje, lo que sorprende bastante) y, tras este, el comienzo es bastante coherente con lo ocurrido anteriormente y los personajes destacan la importancia de la lectura, lo que siempre es agradable, pero no tarda en aparecer un nuevo Bieber rosa que nos recuerda la clase de película que estamos viendo. A continuación tenemos una secuencia que presenta el argumento de la película y que funciona como una suerte de segundo prólogo (sobre todo porque presenta el mismo estilo), que seguramente habría funcionado mejor al comienzo como prólogo único, eliminando la recapitulación de la parte anterior o, mejor, incorporándola en un prólogo unitario. Que para venir de dónde venimos no es terrible, pero el doble prólogo queda raro, especialmente porque van muy seguidos pero con un par de escenas de separación por medio.
En fin, que lo que nos relatan es un conflicto entre las hadas mariposa del Reino Alado (anteriormente llamado País de la Luz) y las hadas de cristal del Valle de la Luz (resulta confuso, sí, pero es cosa de la traducción meter tanta “luz” por ahí, que bien pudieron llamarlo el Valle Brillante o algo así); una enemistad ancestral que queda claro que se debe principalmente a una cuestión de prejuicios, malentendidos y posverdades. Total, que la reina envía a Mariposa en misión diplomática al Valle de la Luz un poco porque sí (Mariposa hace eso tan innecesario de negarse solo para aceptar en la escena siguiente), acompañada de su Bieber particular salido de la nada (en la película anterior nunca apareció, aunque tuvimos un poco del original que es peor) también porque sí.
Por fortuna para Mariposa, ahora se puede viajar por ahí de forma completamente despreocupada. ¿Qué ha pasado con los engendros aquellos que comían hadas? Se suponía que todo el Reino Alado/País de la Luz estaba rodeado de esos seres y, aunque en la película anterior desbarataban los planes de Henna, nunca se solucionaba ese problema; pero ahora parece que han desaparecido sin más de todas partes por conveniencia. Tampoco me voy a quejar mucho porque el viaje sin persecuciones absurdas ni personajes aleatorios indicando a dónde ir se hace agradable, acompañado además de una canción simpática y ayudado por las mejoras en la animación.
El resto de la película versará sobre las vivencias de Mariposa en ese otro reino. Allí su función será la de acercar posturas entre ambos países... y también la de detener a un hada malvada que hace cosas malvadas. Con lo relativamente bien que iba todo no irónicamente hasta ahora. Porque, sí, Barbie: Mariposa contiene ideas buenas pero no puede desarrollarlas al no atreverse a desprenderse completamente de los tropos característicos de las anteriores películas, como los bichos sidekicks molestos, los MacGuffins gratuitos y el hada-bruja villana; por lo que al final terminamos con otra película de Fairytopia demasiado parecida a cualquier otra película de Fayritopia.
Como personaje protagónico Mariposa es sosísima, muy parecida a Elina en todo (lógico al ser ambas avatares de Barbie, básicamente) aunque no es tan Mary Sue en absoluto, y sus interacciones con el resto de personajes (que todavía están menos desarrollados, salvo Catania) son igual de sosas (salvo con Catania). Una vez más, al principio tratan de crear cierta tensión romántica entre Mariposa y el príncipe simp, digo, Carlos, como para hacerlos manifiestamente shippeables, pero, de nuevo, la trama los lleva por caminos diferentes y Mariposa se pasa el resto de la película generando unas intensas vibras homorrománticas con Catania, deuteragonista y princesa de Valle de la Luz (prácticamente desde la primera interacción entre ellas, aunque esta no es tan cantosa como lo fue con Henna, se va intensificando a lo largo de la cinta). En serio, no entiendo esto de meter un chico que sirva de interés romántico oficial para luego aparcarlo y pasar a mostrar un coqueteo tan evidente entre la protagonista y alguna amiga suya que es imposible que no sea totalmente deliberado. Si bien tampoco llega nunca a ser algo explícito ni conduce a nada. Es la quinta vez que ocurre en esta saga, y pasa con cierta frecuencia también en otras muchas películas animadas de Barbie, no puedo ni imaginar con qué propósito, pero suele ser de lo más divertido de estas historias.
(Continúa abajo sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Por otra parte, la villana es lamentable: otra pérfida hada-bruja que no es sino una mala copia de Laverna. Su propósito no queda del todo claro aparte de conseguir uno de los cristales MacGuffin al principio y destruirlos todos después. Carece del más mínimo trasfondo ni más personalidad que ser mala y, por extensión, vengativa (se intenta justificar su odio al Valle de la Luz por el comportamiento del rey en su primer encuentro, y hasta ella lo pretende, pero es obvio que ya ahí no andaba con buenas intenciones) y encima apenas aparece antes del tercer acto. Un retroceso respecto a Henna y una antagonista de lo más olvidable (es que no pongo su nombre porque ni lo recuerdo) pese a que el desenlace que le dan tiene su gracia (podría haber funcionado de maravilla si se hubiera profundizado algo en el personaje).
Ahora toca la obligada mención al apartado visual, empezando por la animación CGI que... pues no está tan mal, la verdad. Obviamente no está a la altura, ni cerca, de películas de Disney, Pixar o DreamWorks de su mismo año (2013), pero no solo no va a causar ninguna hemorragia ocular (¿Que sería imposible? No hay quien consiga ver Ratatoing o cualquier otra porquería de Vídeo Brinquendo sin que le sangren los ojos como si estuviera usando el Amaterasu) sino que mejora en todo a las entregas previas de esta serie (que tampoco es que fuera tan difícil). Por ejemplo, los personajes con el cabello largo lo siguen llevando recogido para que no se note que es un bloque rígido sin apenas movimiento, pero la textura y el color son mejores, y además añaden algunos mechones sueltos o flequillos con movilidad que sí empiezan a parecer pelo y ofrecen un resultado aceptable. Los escenarios son también más detallados y tienen una mayor profundidad, los movimientos de los personajes son más naturales y los planos más ricos y variados. ¡Si hasta hay estructuras circulares sin ángulos!
Por último, la banda sonora, que a lo largo de esta serie de películas ha sido lo más pasable y aquí vuelve a ser decente al menos. No es que la música incidental de Douglas Pipes sobresalga en absoluto, pero al menos ambienta sin molestar y hay algún tema rescatable (como la pieza que suena durante el baile). Además, como he adelantado antes, el viaje de Mariposa al Valle de la Luz queda reducido a un montaje musical con una canción pop, “Only A Breath Away”, que está genuinamente bien para una película infantil de estas características.
Sintetizando, Barbie Mariposa y la Princesa de las Hadas supone una mejoría pero sigue lejos de ser completamente aceptable, y lo más doloroso es que se debe en gran parte a decisiones tontas, principalmente la de seguir repitiendo los mismos clichés una y otra vez. El CGI mejora perceptiblemente (solo la secuencia de viaje al Valle de Luz ya parece más trabajada que cualquier otra película de la serie entera), el inicio es breve, conciso y sin ningún numerito esperpéntico, y el asunto del racismo ficticio entre dos pueblos/etnias de hadas en base a mentiras y distorsiones resulta interesante, pero todo se va al garete cuando vuelven al rollo del hada malvada y les toca a Mariposa y a Catania solucionarlo todo porque en un reino entero no hay nadie ni medio competente.
En fin, que la mejor película de Barbie ahora es la de Greta Gerwig, oficialmente al menos, porque extraoficialmente comparte podio con Toy Story 3 y el episodio aquel de los Simpson de “Lisa Vs. Malibu Stacy”.
Aspectos positivos: Se agradece el intento de innovar un poco en la franquicia pese a que se termine volviendo a lo de siempre. El mensaje contra los prejuicios y la xenofobia. No hay apenas relleno y, no es que destaque particularmente, pero la música está correcta y visualmente es medio pasable.
Aspectos negativos: Viniendo de donde viene, no puede terminar de remontar y mucho menos si termina volviendo a lo mismo de siempre.
Puntuación: 2.75
Ahora toca la obligada mención al apartado visual, empezando por la animación CGI que... pues no está tan mal, la verdad. Obviamente no está a la altura, ni cerca, de películas de Disney, Pixar o DreamWorks de su mismo año (2013), pero no solo no va a causar ninguna hemorragia ocular (¿Que sería imposible? No hay quien consiga ver Ratatoing o cualquier otra porquería de Vídeo Brinquendo sin que le sangren los ojos como si estuviera usando el Amaterasu) sino que mejora en todo a las entregas previas de esta serie (que tampoco es que fuera tan difícil). Por ejemplo, los personajes con el cabello largo lo siguen llevando recogido para que no se note que es un bloque rígido sin apenas movimiento, pero la textura y el color son mejores, y además añaden algunos mechones sueltos o flequillos con movilidad que sí empiezan a parecer pelo y ofrecen un resultado aceptable. Los escenarios son también más detallados y tienen una mayor profundidad, los movimientos de los personajes son más naturales y los planos más ricos y variados. ¡Si hasta hay estructuras circulares sin ángulos!
Por último, la banda sonora, que a lo largo de esta serie de películas ha sido lo más pasable y aquí vuelve a ser decente al menos. No es que la música incidental de Douglas Pipes sobresalga en absoluto, pero al menos ambienta sin molestar y hay algún tema rescatable (como la pieza que suena durante el baile). Además, como he adelantado antes, el viaje de Mariposa al Valle de la Luz queda reducido a un montaje musical con una canción pop, “Only A Breath Away”, que está genuinamente bien para una película infantil de estas características.
Sintetizando, Barbie Mariposa y la Princesa de las Hadas supone una mejoría pero sigue lejos de ser completamente aceptable, y lo más doloroso es que se debe en gran parte a decisiones tontas, principalmente la de seguir repitiendo los mismos clichés una y otra vez. El CGI mejora perceptiblemente (solo la secuencia de viaje al Valle de Luz ya parece más trabajada que cualquier otra película de la serie entera), el inicio es breve, conciso y sin ningún numerito esperpéntico, y el asunto del racismo ficticio entre dos pueblos/etnias de hadas en base a mentiras y distorsiones resulta interesante, pero todo se va al garete cuando vuelven al rollo del hada malvada y les toca a Mariposa y a Catania solucionarlo todo porque en un reino entero no hay nadie ni medio competente.
En fin, que la mejor película de Barbie ahora es la de Greta Gerwig, oficialmente al menos, porque extraoficialmente comparte podio con Toy Story 3 y el episodio aquel de los Simpson de “Lisa Vs. Malibu Stacy”.
Aspectos positivos: Se agradece el intento de innovar un poco en la franquicia pese a que se termine volviendo a lo de siempre. El mensaje contra los prejuicios y la xenofobia. No hay apenas relleno y, no es que destaque particularmente, pero la música está correcta y visualmente es medio pasable.
Aspectos negativos: Viniendo de donde viene, no puede terminar de remontar y mucho menos si termina volviendo a lo mismo de siempre.
Puntuación: 2.75