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Voto de Manospondylus:
8
7,7
1.833
Serie de TV. Animación. Fantástico. Aventuras. Drama
Serie de TV (2017-). 1 temporada. 13 episodios. El enorme sistema de cuevas, conocido como 'Abyss' (el Abismo), es el único lugar inexplorado en el mundo. Nadie sabe cómo de profundo es este pozo titánico, habitado por extrañas y maravillosas criaturas y lleno de misteriosas reliquias antiguas que tienen un propósito desconocido para el hombre moderno. Generaciones de audaces aventureros han sido atraídos por las profundidades crípticas ... [+]
7 de enero de 2018
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
De vez en cuando, cuando parece que todos los géneros del manganime, series americanas, cine de Hollywood... y de todo en general, están agotados, surge una de esas obras que llegan sin ser esperadas y sorprenden (para bien) a todo el mundo. Este es el caso de Made in Abyss.
No es que todo en esta serie sea completamente novedoso (no para quienes llevamos años viendo anime), pero la mezcla de ideas y la ejecución general de las mismas es atrayente y satisfactoria. La aventura de unos niños en un lugar desconocido y peligroso en busca de algo importante para ellos es un concepto presente en multitud de cuentos y tradiciones de todo el mundo. Respecto a obras más recientes, Made in Abyss recuerda poderosamente a algunos trabajos de Hayao Miyazaki, sobre todo de los inicios de Ghibli, como Nausicaä y El Castillo en el Cielo; y a Hoshi wo Ou Kodomo, película de Makoto Shinkai que imita precisamente el estilo de Miyazaki. Pero también tiene algo que evoca a series de animación tan variadas como Shingeki no Kyojin, Fullmetal Alchemist e incluso a Más Allá del Jardín. Pero, afortunadamente, desde el comienzo, podemos comprobar que tiene un estilo propio e inconfundible.
Por su estética (en especial los paisajes y el diseño de personajes), al principio parece una serie infantil, pero termina transformándose repentina e inesperadamente en un anime cruel y casi sádico. No es un spoiler. Es una advertencia.
La premisa inicial es bastante original: en una remota isla existe un enorme abismo de profundidades desconocidas. Dentro de esa gigantesca sima es posible encontrar objetos y artilugios de origen olvidado, las llamadas reliquias, que atraen a aventureros y buscadores de fama y fortunas de todo el mundo. Entre ellos están los Cave Raiders, auténticos exploradores de este inframundo que no dudarán a la hora de descender miles de kilómetros a pesar de los riesgos que ello conlleva.
El argumento se centra en una niña, Riko, que se está preparando para convertirse en una Cave Raider. Durante una expedición al abismo, Riko se encuentra con un robot humanoide al que llama Reg (Regu). Juntos planean escapar al fondo del abismo para reunirse con la madre de Riko, una prestigiosa Cave Raider recientemente desaparecida y a la que se da por muerta.
Uno de las principales atractivos de Made in Abyss es precisamente el Abismo ("Abyss/Abisu" en versión original). Su origen, así como lo que esconde, es un misterio que consigue atrapar al público desde el primer episodio; y en seguida consigue que sintamos más curiosidad por saber qué hay en el fondo de ese pozo que por conocer el exterior del Muro María en Shingeki no Kyojin.
Lejos de ser un simple hoyo o una caverna gigante, el Abismo presenta una estructura muy compleja dividida en una serie de niveles con diferentes características y ecosistemas. Las criaturas que allí moran y los Cave Raiders (y algunos de sus trabajos) suponen las mayores amenazas para aquellos que se internen en él. Sin olvidar la misteriosa "maldición del abismo", un mal que afecta a quienes intentan volver a subir desde las mayores profundidades, causando dolores, mareos, vómitos, sangrado, demencia, perdida de la humanidad e incluso muerte.
Como he advertido al principio, de un capítulo a otro, Made in Abyss puede pasar de una idílica estampa bucólica a un escenario agónico con toques de gore que harán que buena parte de la audiencia aparte la vista. Pero no se trata de violencia gratuita: hay un profundo drama detrás de todo; en torno a la línea argumental principal, y también en historias secundarias que van apareciendo a medida que avanza la serie. La más dura de la primera temporada, la de Nanachi y Mitty, llega pasados los primeros giros de guion sombríos, y supone una de las historias más traumáticas que he visto en un anime desde la de Nina en Fullmetal Alchemist, con la que tiene algún punto en común. Este contraste tan brutal, entre los momentos cómicos ante los que es imposible contener una sonrisa, y la crueldad y la tristeza de otras escenas ante las que es imposible contener alguna lágrima, es uno de los elementos más peculiares y distintivos de Made in Abyss.
Sobre los personajes, Riko es la mejor protagonista que podía tener esta serie: una niña inteligente y autosuficiente, increíblemente vital, con una fuerza de voluntad enorme, un optimismo contagioso y un carisma insuperable. Y Reg es, casi siempre, pero no siempre (ver más abajo), un buen apoyo, además de suponer por sí mismo otro de los misterios del Abismo que tanto interés suscitan. Por lo demás, el papel del resto de personajes es algo breve en estos 13 primeros episodios, aunque todos están bien diferenciados. Algunos de los más representativos son la siniestra Ozen, cuya apariciones son de lo más tenso; la entrañable Nanachi, una de las sorpresas de la serie; y Lyza, la madre Riko.
Lo único que no me ha convencido en absoluto (y es el motivo de que no pueda darle una mayor puntuación) son ciertas interacciones entre algunos personajes que toman un tinte casi sexual (especialmente entre Riko y Reg) que sobra completamente, chirría en el tono general de la aventura y resulta especialmente desconcertante por ser preadolescentes (uno de ellos, además, robótico). En la línea de lo anterior, hay determinados momentos que parecen responder a algún tipo de fetichismo raro de Akihito Tsukushi, con desnudos innecesarios de menores y castigos que rozan el bondage.
(Como siempre, sigue en el "spoiler" por falta de espacio, sin spoilers)
No es que todo en esta serie sea completamente novedoso (no para quienes llevamos años viendo anime), pero la mezcla de ideas y la ejecución general de las mismas es atrayente y satisfactoria. La aventura de unos niños en un lugar desconocido y peligroso en busca de algo importante para ellos es un concepto presente en multitud de cuentos y tradiciones de todo el mundo. Respecto a obras más recientes, Made in Abyss recuerda poderosamente a algunos trabajos de Hayao Miyazaki, sobre todo de los inicios de Ghibli, como Nausicaä y El Castillo en el Cielo; y a Hoshi wo Ou Kodomo, película de Makoto Shinkai que imita precisamente el estilo de Miyazaki. Pero también tiene algo que evoca a series de animación tan variadas como Shingeki no Kyojin, Fullmetal Alchemist e incluso a Más Allá del Jardín. Pero, afortunadamente, desde el comienzo, podemos comprobar que tiene un estilo propio e inconfundible.
Por su estética (en especial los paisajes y el diseño de personajes), al principio parece una serie infantil, pero termina transformándose repentina e inesperadamente en un anime cruel y casi sádico. No es un spoiler. Es una advertencia.
La premisa inicial es bastante original: en una remota isla existe un enorme abismo de profundidades desconocidas. Dentro de esa gigantesca sima es posible encontrar objetos y artilugios de origen olvidado, las llamadas reliquias, que atraen a aventureros y buscadores de fama y fortunas de todo el mundo. Entre ellos están los Cave Raiders, auténticos exploradores de este inframundo que no dudarán a la hora de descender miles de kilómetros a pesar de los riesgos que ello conlleva.
El argumento se centra en una niña, Riko, que se está preparando para convertirse en una Cave Raider. Durante una expedición al abismo, Riko se encuentra con un robot humanoide al que llama Reg (Regu). Juntos planean escapar al fondo del abismo para reunirse con la madre de Riko, una prestigiosa Cave Raider recientemente desaparecida y a la que se da por muerta.
Uno de las principales atractivos de Made in Abyss es precisamente el Abismo ("Abyss/Abisu" en versión original). Su origen, así como lo que esconde, es un misterio que consigue atrapar al público desde el primer episodio; y en seguida consigue que sintamos más curiosidad por saber qué hay en el fondo de ese pozo que por conocer el exterior del Muro María en Shingeki no Kyojin.
Lejos de ser un simple hoyo o una caverna gigante, el Abismo presenta una estructura muy compleja dividida en una serie de niveles con diferentes características y ecosistemas. Las criaturas que allí moran y los Cave Raiders (y algunos de sus trabajos) suponen las mayores amenazas para aquellos que se internen en él. Sin olvidar la misteriosa "maldición del abismo", un mal que afecta a quienes intentan volver a subir desde las mayores profundidades, causando dolores, mareos, vómitos, sangrado, demencia, perdida de la humanidad e incluso muerte.
Como he advertido al principio, de un capítulo a otro, Made in Abyss puede pasar de una idílica estampa bucólica a un escenario agónico con toques de gore que harán que buena parte de la audiencia aparte la vista. Pero no se trata de violencia gratuita: hay un profundo drama detrás de todo; en torno a la línea argumental principal, y también en historias secundarias que van apareciendo a medida que avanza la serie. La más dura de la primera temporada, la de Nanachi y Mitty, llega pasados los primeros giros de guion sombríos, y supone una de las historias más traumáticas que he visto en un anime desde la de Nina en Fullmetal Alchemist, con la que tiene algún punto en común. Este contraste tan brutal, entre los momentos cómicos ante los que es imposible contener una sonrisa, y la crueldad y la tristeza de otras escenas ante las que es imposible contener alguna lágrima, es uno de los elementos más peculiares y distintivos de Made in Abyss.
Sobre los personajes, Riko es la mejor protagonista que podía tener esta serie: una niña inteligente y autosuficiente, increíblemente vital, con una fuerza de voluntad enorme, un optimismo contagioso y un carisma insuperable. Y Reg es, casi siempre, pero no siempre (ver más abajo), un buen apoyo, además de suponer por sí mismo otro de los misterios del Abismo que tanto interés suscitan. Por lo demás, el papel del resto de personajes es algo breve en estos 13 primeros episodios, aunque todos están bien diferenciados. Algunos de los más representativos son la siniestra Ozen, cuya apariciones son de lo más tenso; la entrañable Nanachi, una de las sorpresas de la serie; y Lyza, la madre Riko.
Lo único que no me ha convencido en absoluto (y es el motivo de que no pueda darle una mayor puntuación) son ciertas interacciones entre algunos personajes que toman un tinte casi sexual (especialmente entre Riko y Reg) que sobra completamente, chirría en el tono general de la aventura y resulta especialmente desconcertante por ser preadolescentes (uno de ellos, además, robótico). En la línea de lo anterior, hay determinados momentos que parecen responder a algún tipo de fetichismo raro de Akihito Tsukushi, con desnudos innecesarios de menores y castigos que rozan el bondage.
(Como siempre, sigue en el "spoiler" por falta de espacio, sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En lo referente al apartado visual, el dibujo es, en general, bueno. No está al nivel del de una película de de Makoto Shinkai o una serie de Kyoto Animation, ni falta que hace. Los fondos están cargados de detalles y, aunque no tienen un acabado tan minucioso como el de otras series contemporáneas, dejan algunas imágenes espectaculares. El diseño de personajes es, como he adelantado, sencillo e infantiloide, aunque a estas alturas nadie debería juzgar un anime por ello. La apariencia kawaii de Riko y Reg hace que parezcan aún más vulnerables cuando se encuentran con una de esas feroces criaturas del Abismo que, además, cuentan con unos diseños bastante originales. La animación es notable, con una gran fluidez en los movimientos de los personajes y unas secuencias de acción muy vistosas. Uno de los aspectos más llamativos es el peculiar estilo empleado en algunas de las criaturas (reduciendo los FPS, similar en su resultado al stop-motion) que crea un efecto de extrañeza y desconcierto similar al de las Brujas de Madoka Magica (por poner un ejemplo medianamente conocido) aunque es, en mi opinión, aún más efectivo. Desafortunadamente, no es una constante, ya que apenas se utiliza en un puñado de ocasiones, como en el scarlet maw (mandíbula partida carmesí) del episodio 1 (sólo durante el tramo final de su ataque) o en el gogouge (colmillos de seda) del 4.
Otro de los puntos fuertes de Made in Abyss es su banda sonora, obra del australiano Kevin Penkin. De entre los muchos y variados temas que la conforman, recogidos en más de 50 piezas, voy a destacar la canción "Hanezeve Caradhina", interpretada por Takeshi Saito, por ser la más representativa de la parte luminosa de la historia y plasmar a la perfección la belleza y el misterio del abismo (y además la oímos tanto en el primer episodio como durante un flashback de gran importancia).
Como siempre, mención especial al manga en el que se basa: un seinen escrito y dibujado por Akihito Tsukushi. Esta primera temporada del anime (13 episodios) adapta hasta la mitad del capítulo 26 del manga, con muy pocas diferencias (y las que hay no son significativas), así que es de esperar que esto se mantenga en el futuro y la adaptación animada continúe desde dónde se quedó, siendo este uno de esos casos en los que la serie avanza muy despacio, con temporadas cortas (o películas) que salen muy distanciadas en el tiempo (a veces con años de diferencia); lo que siempre revierte en una adaptación de gran calidad técnica y en la ausencia de relleno.
Por último, esta serie puede encontrarse doblada al castellano y, aunque no es de los peores que he oído, no es un doblaje que termine de convencerme. Quizá no moleste a la audiencia que se acerque por curiosidad, pero, sin duda, recomendaría verla en V.O. para disfrutar del impresionante trabajo de los y las seiyū (especialmente en los momentos más intensos).
En conclusión, Made in Abyss es una de las historias más atrapantes que han llegado de Japón en los últimos años. Consigue que realmente nos interesemos por qué demonios habrá en el fondo de ese abismo. Y, aunque inflar tanto las expectativas es un arma de doble filo, sea lo que sea lo que haya ahí abajo, hasta que lleguemos, podemos disfrutar del viaje.
Aspectos positivos: La originalidad de la idea de la que parte. La forma en la que se mantiene siempre el interés por ese abismo y cómo se dosifica la información que se nos revela. Los diseños de las criaturas. La animación. La banda sonora. Los contrastes entre los momentos agradables y los que, por su dureza, son prácticamente insoportables.
Aspectos negativos: El desconcertante rollo semi-sexual que se trae Reg con Riko sobra completamente, así como cualquier pseudofanservice con personajes de aspecto aniñado. La inconsistencia en el uso de animaciones atípicas para las bestias del abismo, que se emplean intermitentemente y van desapareciendo a lo largo de la temporada.
Puntuación: 7.5
Otro de los puntos fuertes de Made in Abyss es su banda sonora, obra del australiano Kevin Penkin. De entre los muchos y variados temas que la conforman, recogidos en más de 50 piezas, voy a destacar la canción "Hanezeve Caradhina", interpretada por Takeshi Saito, por ser la más representativa de la parte luminosa de la historia y plasmar a la perfección la belleza y el misterio del abismo (y además la oímos tanto en el primer episodio como durante un flashback de gran importancia).
Como siempre, mención especial al manga en el que se basa: un seinen escrito y dibujado por Akihito Tsukushi. Esta primera temporada del anime (13 episodios) adapta hasta la mitad del capítulo 26 del manga, con muy pocas diferencias (y las que hay no son significativas), así que es de esperar que esto se mantenga en el futuro y la adaptación animada continúe desde dónde se quedó, siendo este uno de esos casos en los que la serie avanza muy despacio, con temporadas cortas (o películas) que salen muy distanciadas en el tiempo (a veces con años de diferencia); lo que siempre revierte en una adaptación de gran calidad técnica y en la ausencia de relleno.
Por último, esta serie puede encontrarse doblada al castellano y, aunque no es de los peores que he oído, no es un doblaje que termine de convencerme. Quizá no moleste a la audiencia que se acerque por curiosidad, pero, sin duda, recomendaría verla en V.O. para disfrutar del impresionante trabajo de los y las seiyū (especialmente en los momentos más intensos).
En conclusión, Made in Abyss es una de las historias más atrapantes que han llegado de Japón en los últimos años. Consigue que realmente nos interesemos por qué demonios habrá en el fondo de ese abismo. Y, aunque inflar tanto las expectativas es un arma de doble filo, sea lo que sea lo que haya ahí abajo, hasta que lleguemos, podemos disfrutar del viaje.
Aspectos positivos: La originalidad de la idea de la que parte. La forma en la que se mantiene siempre el interés por ese abismo y cómo se dosifica la información que se nos revela. Los diseños de las criaturas. La animación. La banda sonora. Los contrastes entre los momentos agradables y los que, por su dureza, son prácticamente insoportables.
Aspectos negativos: El desconcertante rollo semi-sexual que se trae Reg con Riko sobra completamente, así como cualquier pseudofanservice con personajes de aspecto aniñado. La inconsistencia en el uso de animaciones atípicas para las bestias del abismo, que se emplean intermitentemente y van desapareciendo a lo largo de la temporada.
Puntuación: 7.5