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Estados Unidos Estados Unidos · Chicago
Voto de Donald Rumsfeld:
6
Serie de TV. Drama Serie de TV (2015-2017). 3 temporadas. 30 episodios. Serie que narra los esfuerzos de Estados Unidos, a través principalmente de la DEA, y de las autoridades y policía de Colombia, para luchar en la década de los 80 contra el narcotraficante Pablo Escobar y el cartel de Medellín, una de las organizaciones criminales más ricas y despiadadas en la historia de la delincuencia moderna. En la tercera temporada el objetivo de la DEA y la ... [+]
25 de enero de 2017
23 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es posible hacer 3 lecturas de Narcos:

1) Desde un punto de vista técnico es una serie apabullante. La fotografía, las interpretaciones, el diseño de producción y la música rozan la perfección. Con un pequeño pero: la toma de sonido cuando hablan en castellano es pésima. Lo cual, sin pretenderlo, delata tanto a los autores de la serie como al público al que va dirigida.

2) Desde un punto de vista dramático es una serie correcta. Y es que a pesar de ser un buen thriller su estructura es conservadora. Es una versión extendida de todas esas películas en las que estáis pensando, con el mismo arco dramático, la misma galería de personajes o la clásica perspectiva falsamente amoral (es decir: moral) que popularizaron De Palma y Scorsese.

3) Desde un punto de vista histórico es una tontería. Ignora acontecimientos fundamentales, tergiversa otros, maquilla la brutalidad y el dolor para hacerlos más accesibles al público, sitúa como narrador a un agente de la DEA y emplea una insoslayable cantidad de tiempo para narrar sus intrascendentes vicisitudes. Nuevamente, se delatan.

Respecto a 3) cabe decir:

3-a) Que los autores no narran los acontecimientos con el rigor suficiente.

3-b) Que los acontecimientos ignorados, tergiversados o con frecuencia brutalmente simplificados, son más interesantes que los que sí narran.

3-c) Que los autores faltan al respeto a muchos de los implicados y, en general, a todos los colombianos. Concrétamente: Que se desentienden de las condiciones socioeconómicas, culturales e históricas del pueblo colombiano y lo retratan como si aquello fuera un salvaje oeste repleto de sicarios que asesinan por placer. Inconscientemente, se delatan.

3-c-a) Divagación: los nazis, los narcos, los “terroristas árabes” y, por supuesto, los comunistas, son malos por naturaleza. Y estos últimos, aquí, de regalo, también son extraordinariamente imbéciles. Los gringos, por el contrario, son tan fenomenales que directamente operan en el terreno extramoral de lo pragmático. Ellos sí pueden. Y si no hubiera sido por la estúpida y corrupta sociedad venezol… colombiana lo hubieran atrapado antes de la cena.

3-c-b) Continúa la divagación: En realidad muchos de los problemas del punto 3) se deben a lo que podríamos llamar el Efecto Netflix, a saber:

3-c-b-1) En oposición, por ejemplo, a las series de la HBO, las de Netflix buscan siempre un ritmo abrumador. Hay que mantener al espectador constantemente en tensión. Aquí no hay cabida para los guisos a fuego lento a lo The Wire. Nota: Últimamente parece que tampoco la haya en la HBO.

3-c-b-2) Se debe tener como prioridad que el púbico pueda identificarse con los protagonistas y la trama. Ejemplos: Stranger Things: una serie de aventuras para los niños, de terror para los adolescentes, drama romántico para los adultos. Sense8: un personaje para complacer a los espectadores de cada país/”cultura” donde Netflix tiene asentamiento. Narcos: Agentes de la DEA. Sí o qué.

3-c-b-3) Falta de densidad en las tramas, supeditando los tiempos narrativos a la exposición de clichés que aligeren, identifiquen, sean agradables (en resumen: yo me las follaba a todas) o den un toque de espectáculo. Finalmente, dada la duración de estas series, acaban teniendo más agujeros en el argumento que el coche de Bonnie & Clyde. Narcos no es la excepción y cualquiera que piense detenidamente en lo que le están contando (no en sí está bien contado o no, que en este caso sí) seguramente lo encontrará absurdo.

Síntesis de 3-c-b: Todo es una cuestión de contabilidad. Los 6.000 millones de presupuestos en contenidos han llevado a Netflix a cometer los mismos “errores” que llevan cometiendo las superproducciones durante la tira de años para asegurarse la taquilla. Los mismos errores que transformaron las superproducciones en un circo de la Marvel. Ahora que lo pienso: la Marvel y Netflix.

3-d) Opinión: Es muy sucio eso de afirmar que la serie está basada en hechos reales, y, encima, poner un narrador para hacerla pasar por una inocente crónica dramatizada, cuando en verdad te estás pasando por la galleta todo el meollo del asunto. Sobre todo porque efectivamente esos hechos sucedieron. Pero bueno, Spielberg hizo lo mismo y arrasó. Así que.

4) Vs: Pero nada deja tanto en evidencia a Narcos como El Patrón Del Mal. Sí, es cierto que todos los interiores de EPDM tienen (lamentablemente) la misma iluminación. Y no es 4k. Pero, joder, se escuchan perfectamente los diálogos de los personajes. Imaginen. Y si Narcos simplifica la trama hasta la anorexia, hasta dejar a Escobar en un hombre de dimensiones tan míticas como caricaturescas, EPDM nos muestra esa misma época y personajes pero sin caer en los estereotipos, siempre con el máximo grado de respeto tanto por lo que se cuenta como por el espectador. El ejemplo perfecto es la propia figura de Escobar, y en este sentido la interpretación de Andrés Parra fue creciendo, evolucionando como el propio Escobar (a diferencia del Escobar de cartón-piedra de Narcos) hasta llegar a ser colosal. Soberbia.

EPDM Es tan entretenida como Narcos (o más) sin renunciar a nada. Posee un montaje y una narración en los que sin sacrificar la profundidad o la coherencia (draconiana en este caso) se dota a la serie de más dinamismo, claroscuros y sentido del humor, sin dejar de ser nunca esencialmente aterradora, de perturbar la paz del espectador abriendo frentes, formulando preguntas, sin caer en esos tiempos muertos de Narcos en los que no puede pasar nada porque los agentes de la DEA están en el despacho (como si mágicamente Escobar sólo existiera cuando entraba en el campo perceptivo de los gringos). Y eso, teniendo en cuenta que es 4 veces más larga que la parte de Narcos dedicada a Escobar, me parece casi humillante: sí, la historia es en principio la misma; deduzcan ustedes qué es lo que unos no tienen y otros sí.
Donald Rumsfeld
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