El cómico chino Stephen Chow se hizo bastante conocido en nuestro país, hace ya más de una década, gracias a los éxitos de Shaolin Soccer y Kung Fu Sion. Ahora regresa con otra comedia que se ha convertido en la película más taquillera de la historia en China, recaudando más de 500 millones de dólares sólo en su país, aunque difícilmente tendrá el mismo éxito fuera de sus fronteras.

El filme tiene un sentido del humor muy autóctono y pese a que algunos momentos humorísticos están muy logrados, estos funcionan más aisladamente que en su conjunto, siendo éste bastante fallido y con un resultado final que no está a la altura de sus filmes más recordados. Un pintoresco y surrealista divertimento en clave ecológica y poco más.


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