Después de desechar durante un rato largo buena parte del catálogo que te ofrecen las plataformas, llega un punto en el que decides que ya está bien, que tienes que decantarte sin más dilaciones por una película, la que sea. Así me topé con esta, con un título que prometía cierta distracción. La primera sorpresa negativa me la llevé con su nacionalidad: !polaca!. Con ese título, ¿una película polaca? Pero bueno, la suerte estaba echada, la decisión tomada. Con ese extraño y poco prometedor estado de ánimo empecé a verla. Pero para mi sorpresa me reclutó casi desde el principio, hasta el punto que llegué a felicitarme (me esperaba lo peor) por haber elegido una película entretenida, además de curiosa.

Tiene mucha vitalidad, sobre todo gracias a su excelente banda sonora. Visualmente es original y por momentos muy imaginativa. Sus personajes resultan más carismáticos de lo habitual, con una acusada personalidad, ricos desde el punto de vista cinematográfico. El final es un poco extraño, porque además de precipitado y algo mas tosco que el resto, sacrifica demasiado abruptamente su desarrollo narrativo en aras de un par de sorpresas (o una doble) finales, la primera se ve venir a la legua, no así la segunda, que pocos por muy cinéfilos que sean anticiparán.

En definitiva, una cinta menor, sin más pretensión que entretener, sobre las peripecias de un carismático ladrón de guante blanco al que se le complica la vida, con distintiva historia de amor incluída, en la que predomina un tono de comedia aún cuando contiene momentos dramáticos. Una película con cierto toque de distinción, como la vida (está basada en hechos reales) de su protagonista.