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España España · Oviedo
Voto de Esteban:
5
Drama. Intriga El marido de Rebeca (Victoria Abril) fue en otros tiempos el gran amor de su madre, la diva "Becky del Páramo" (Marisa Paredes). Cuando éste muere asesinado, madre e hija vuelven a encontrarse. El juez que lleva el caso (Miguel Bosé) es por la noche una drag-queen que imita a Becky. (FILMAFFINITY)
4 de marzo de 2006
52 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre que se alaba la facilidad que tiene Almodóvar para penetrar en los sentimientos de las mujeres y en lo bien que retrata el universo femenino siento cierto resquemor por la posibilidad de que esos comentarios se refieran, en gran medida, a este espantoso bodrio de mujeronas arrebatadas (hay que ver Victoria y Marisa como se desfasan), celos, envidias, asesinatos, rencores, personajes que se duplican, colores pastel, bolsos de Chanel, travelos que son jueces y jueces que son yonkis, asesinatos, telediarios, divorcios, amantes, complejos de Electra, embarazos no desados, infidelidades, cárceles, números musicales... Y todo en poco más de hora y media. Vamos, que ni un culebrón venezolano, de esos que tienen tropecientos mil capítulos, consigue almacenar tanto en tan poco tiempo.
Salta a la vista que esta es una de las películas más excesivas de Almodóvar en practicamente todos los sentidos. El guión, que como ya he dicho aúna así por las buenas mil y un detalles que lo sobrecargan hasta que desfonda de manera inevitable, se le va completamente de las manos conforme la trama va avanzando. Las actrices sobreactúan todo lo que quieren y más todavía por si alguien no queda del todo contento. Hay algún que otro error de cásting bastante garrafal (ese Miguel Bosé con su doble papel). La dirección artística es tan colorista y chillona, tan pomposa, que termina por resultar cargante. Se hace interminable y los giros de guión son de auténtica telenovela sudamericana, es decir, completamente absurdos. Pero Almodóvar es mucho Almodóvar y aunque la película haga aguas por todos los lados no se puede negar que atesora escenas maravillosas (ese recital en el teatro, esa actuación de Femme Letal), diálogos para enmarcar y algunos momentos que ya han pasado a formar parte de la historia del cine español. Si es que el que es bueno es capaz de brillar hasta cuando lo está haciendo de pena. Lo que es tener clase y talento, señores.
Esteban
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