Para los que quieran ver un cierto paralelismo entre esta película y las posturas francesa y estadounidense en la invasión de Irak, que renuncien a su blasfemo pensamiento. ¿Estadounidenses haciendo películas poniendo mal a los que discrepan de sus posturas militaristas? Vamos, eso es como decir que los americanos cambiaron el nombre de las patatas fritas de French fries a Liberty fries. ¿A quién se le puede ocurrir algo así, verdad? Pues eso, un guión que un niño de tres años no escribiría porque a esa edad ya se tiene algo de dignidad, y una serie de situaciones risibles más malas que la quina. Como mucho algún par de escenas graciosas, y poca cosa más, aparte de actrices guapas.
En fin, más cornás da el hambre.