Richard Donner es un director injustamente menospreciado, ha sido de los pocos capaces de triunfar en géneros tan dispares como el terror, la comedia, la acción.. tan solo por eso, merecería mayor consideración de la que tiene.

Dicho esto, la cinta que nos ocupa, tiene para mi el enorme mérito de ser, con todo derecho, la película por excelencia de la navidad, es entretenida en grado sumo, graciosa, emotiva.. una más que inteligente adaptación de la novela de Dickens a la época actual.

Sabedora de que el único camino para poder transmitir el mensaje navideño con éxito es apoyarse en el humor negro, consigue que nos emocionemos con ese mágnifico final, que expuesto de otra forma, hubiera resultado baboso e infumable.

No obviare, por otra parte, que la otra grán baza de Donner, es contar con un Bill Murray enorme, en perpetuo estado de gracia y con una siempre encantadora Karen Allen, curiosa química entre estos dos actores, tan alejados a priori.

Veanla en navidad, y si tienen algún crio cerca para verla con ustedes, todavía mejor. No se arrepentiran.