Es el trozo de agua entre Cuba y USA, pero bien podría ser el Estrecho entre Marruecos y España, o cualquier otra frontera divisoria de estilos y niveles de vida, esperanzas, sueños, tipos de sociedad... Este documental es una mirada a lo lejos, en el espacio y en el tiempo, hacia algo que está cerca aunque no se pueda tocar. Un análisis del espejismo que supone la idealización de las sociedades desarrolladas y del bienestar, que se publicitan (o al menos es la imagen que se tiene de ellas) como el paraíso, como si aquí todo fuera fácil, próspero y felicidad. Y la realidad es bien distinta. El espejismo del famoso sueño americano, y el drama de la inmigración; el antes y el después, lo que nos venden y lo que en verdad es, lo que dejamos y lo que no volveremos a tener, lo que ganamos y lo que perdemos... Y es que, aunque ganes algo, siempre pierdes.

El paso del tiempo...; es el gran protagonista de la película (sin restar importancia a las 7 vidas a cuya historia nos asomamos); el paso del tiempo, y muchas cosas más. La esperanza de antes, a veces la ingenuidad, la valentía, la determinación. Por medio, la patera; temor, incertidumbre. Luego, la nostalgia (siempre), la tristeza, o alegría, la decepción, la estabilidad (o no). A través de esas aguas salen a flote los problemas de Cuba, de Guantánamo, de Estados Unidos, de la falta de libertad, de la pobreza y la escasez de oportunidades, del racismo, del capitalismo salvaje... El documental es una travesía por esos viajes físicos y personales que suponen el drama de elegir: dejarlo todo para buscar algo mejor, y después del enorme sacrificio encontrarte con otra cosa distinta, que puede ser mejor o peor, pero siempre será diferente a como la habías imaginado.