Se profundiza en el tema abordado por Manuel Summers en el primer episodio de "Del rosa al amarillo" pero ahora el tono es distinto porque los tiempos habían cambiado y lo que en aquella cinta era rosa ahora se tiñe de una cierta morbosidad. Los primeros coqueteos del hombre con el sexo opuesto cuando se va descubriendo como tal es el tema de una cinta realizada en una década en la que el cine de Summers cayó en una cierta monotonía temática que hacía añorar a sus films de la década de los 60 que fueron interesantes en general y en los que existia una cierta inquietud estética. Summers acierta en el tono que le da a algunas escenas y en otros momentos no hubiera estado del todo mal aplicar una cierta sutileza a la historia amorosa que se nos cuenta. La filmografía de Summers siempre estuvo acorde con los nuevos tiempos. El film está interpretado con naturalidad y de una manera espóntanea por lo que los personajes resultan muy creíbles. El film por lo menos puede satisfacer a los incondicionales del autor. Summers ha tenido siempre una personalidad excesiva y por ello su cine ha sido muy discutido. "Mi primer pecado" es una cinta pasable aunque no llegue al nivel estético de las primeras películas de este autor que eran sentimentales y con situaciones bastante verídicas. También hay que destacar que la película está desprovista de la amargura quizá excesiva que también caracterizó a aquellas primeras obras aunque mezcla tonos diversos.