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España España · MURCIA
Voto de PRIS:
10
Drama Invierno de 1997. Brian Deneke es un joven punk de Amarillo, Texas, conocido por su cresta verde y su pasión por la música punk. Organiza conciertos con sus amigos en un lugar ruinoso conocido como 'Bomb City', donde los asiduos se niegan a ajustarse a la cultura conservadora que los rodea. Su estilo de vida y estética encienden la intolerancia de la comunidad, sobre todo la de un grupo de deportistas de secundaria conocidos como ... [+]
8 de abril de 2018
40 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me he decidido a escribir sobre esta película tras leer la única e injusta crítica que tiene. Creo que se merece que alguien le haga justicia puesto que es una ópera prima que te deja fascinado y enganchado desde el primer minuto, así que aquí os copio parte del artículo que escribí recomendándola en una revista en la que escribo.
Esta película que es una pequeña joya poco conocida, poco valorada y sin apenas publicidad, Bomb City (Año 2017), ópera prima dirigida por Jameson Brooks, el film es de esas películas que no posee ningún premio destacable de ningún festival cinematográfico, pero que nos ha dejado literalmente fascinados.
La historia que, está basada en hechos reales, el asesinato del joven punk Brian Deneke, un joven punk de Amarillo, Texas, (Estados Unidos) por parte de un chico modelo, cristiano y estudiante, nos propone una visión de un conflicto cultural en una sociedad tan desolada como es la américa profunda de Texas.
En el film, no se hace una clara apreciación de buenos o malos, simplemente transcurre y nos deja ver el día a día de ambos bandos (punks y chicos llamémosles ‘buenos y cristianos’), en él no nos posiciona de antemano, simplemente nos sitúa como espectador ante los hechos.
Hemos de hacer mención a varias cosas, la espléndida fotografía a cargo de Jake Wilganowski y la otra es la maravillosa Banda Sonora a cargo de Cody Chick y Sheldon Chick, la cual marca cada ritmo de los acontecimientos de un modo tan visceral que es casi palpable.
Cabe destacar el enorme trabajo del poco conocido Dave Davis en el papel de Brian Deneke, el cual se mimetiza con el personaje de tal modo que se convierte por momentos en él.
Por último destacar el ritmo del film, in crescendo paulatinamente sin parar, haciéndonos partícipes de todo como si estuviéramos allí presentes y no pudiéramos hacer nada al respecto.
Sin duda son de esos filmes que te hacen pensar y no se te van fácilmente de la memoria.
PRIS
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