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Voto de Marc Fernández:
9
Drama En julio de 1967, graves disturbios raciales sacudieron la ciudad de Detroit, en el estado de Michigan. Todo comenzó con una redada de la policía en un bar nocturno sin licencia, que acabó convirtiéndose en una de las revueltas civiles más violentas de los Estados Unidos. Los incidentes más graves ocurrieron en el motel Algiers, cuando miembros de la policía y la Guardia Nacional acudieron ante unos disparos de un arma de fogueo. (FILMAFFINITY) [+]
7 de julio de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todas las ciudades donde puede haber disturbios, desde luego que Detroit no sería una a la que me gustaría ir. Una ciudad llena de segregación real, con altos niveles de criminalidad y un largo historial de disturbios. Sin embargo, ninguno tan importante como aquellos ocurridos en 1967, donde los afroamericanos se rebelaron contra el abuso policial de los blancos.

En este marco, una pequeña broma que empieza con disparos con una pistola de fogueo a soldados de la Guardia Nacional, acaba produciendo represalias contra los inquilinos del hotel Algiers. Así, la Guardia Civil, la policía de Detroit y otros cuerpos del orden acaban entrando en el motel e interrogando a punta de pistola a inocentes en un caso de brutalidad policial.

No he mencionado a ningún actor, porque creo que merecen la pena mención unos cuantos: John Boyega, como ese alma afín a los jóvenes, pero sin poder para hacer nada; Will Poulter, como un agente racista que busca cualquier excusa para tomarse la justicia por su mano, Algee Smith y Jacob Latimore, como jóvenes que se ven involucrados sin quererlo en todo este embrollo; Anthony Mackie, como un veterano de guerra al que le rechazan simplemente por su tono de piel y Hannah Murray, como una muchacha blanca a la que maltratan por juntarse con los de "la raza inferior". Todos ellos toman la batuta en algún momento y hace sentir que de verdad son personas las que están sufriendo y no cualquier personaje genérico.

Pero no solo hay un gran reparto, sino que la dirección de Kathryn Bigelow es también espectacular. La película no se esconde en mostrar la violencia de la situación ni escatima en mostrar ningún tipo de aspecto desagradable. Además, por momentos la película más que un drama llega a ser una película de puro terror donde unos psicópatas acorralan a inocentes, con la diferencia de que esos psicópatas son los que nos deberían proteger.

En resumen, "Detroit" es una grandísima película, con un reparto de personajes centrales tan extenso como talentoso, pero es que también cuenta con alguien en la silla de director que se toma el tema a lo personal y no se molesta en adulterar los detalles desagradables del incidente. Una película provocadora, cruda y por momentos pasa a ser de puro terror.
Marc Fernández
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