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Voto de Adrián Esbilla:
6
Drama Ipu, el tonto de la aldea, vive los últimos días de la ocupación alemana con suma simpleza. Luego del asesinato de un soldado alemán, los habitantes de la aldea se enfrentan a la amenaza de una represalia masiva si no entregan el asesino a las autoridades alemanas. Ipu se ofrece a ser el "culpable", a cambio de tierras para su familia y un funeral lujoso. (FILMAFFINITY)
28 de junio de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fábula moral que se mueve entre el cripticismo alegórico típico de cierta tradición de la narrativa del este de Europa y el tamiz que proporciona la mirada infantil sobre el universo adulto, con unos personajes reducidos a sus arquetipos; las fuerzas vivas contra el tonto del pueblo. Lastrada por la presencia de muchos de los más feos recursos técnicos y visuales del cine de los setenta (es decir, reencuadres, “zooms”, desenfocados...) y por unos “flashbacks” horripilantes, aunque justificados desde el punto de vista del narrador, atesora, aun así, no pocos momentos de gran fuerza, siempre rozando lo “fantastique”, como ese misterioso inicio en el maizal con el niño disparando imaginariamente al jinete alemán que pronto aparecerá muerto, el oscuramente cómico funeral fingido que el protagonista exige para cumplir su parte del siniestro acuerdo que tendrá que suscribir para salvar el pueblo y especialmente la estremecedoramente bella escena en la que el crío contempla el desconsolado rezo de un Ipu transido. Momentos metafóricos a mansalva (la guerra como un juego para locos y niños, el descolocante final) y una banda sonora poderosísima con reminiscencias de los nacionalistas rusos, apuntalado por una interpretación de Amza Pellea asombrosa. Nicolaescu (entrevisto como el comandante de los soldados alemanes, por cierto) sabe mantener la nada fácil mixtura de onirismo y naturalismo, tanto estético como conceptual, que presenta la historia. A veces excesivamente ingenua, otras inescrutable, en todo caso un film digno de verse, sugerente y extraño.
Adrián Esbilla
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