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Voto de Adrián Esbilla:
5
Terror El doctor Frankenstein ensaya otro de sus diabólicos experimentos, tratando de dotar a sus criaturas de facultades intelectuales, robando el cerebro a seres humanos para dárselos a ellas. El doctor Cagliostro está decidido a dominar el mundo. Para lograr su propósito ordena asesinar al doctor Frankenstein y apoderarse de su tremendo monstruo, misión de la cual se encargan el siniestro Caronte y una extraña y sensual mujer-pájaro que se ... [+]
5 de mayo de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jesús Franco pasado de rosca, resarciéndose quizás del tono controlado y la soporífera corrección de su previo “El conde Drácula” entrega un díptico formado por la experimentaloide “Drácula contra Frankenstein” y por esta desbarrante “La maldición de Frankenstein” (o “Les expériences érotiques de Frankenstein” en su psicotrónico título francés). Un disparate destartalado y chapucero por el que campan a sus anchas las obsesiones de su director, en un combinado de barroquismo escenográfico “lo-fi”, erotismo estrafalario, irreverencia cómica y amateurismo sonrrojante. Descacharrante, irritante y asombrosamente falta de cualquier mesura o sentido del ridículo, no carece de aciertos reales, como esa fascinante mujer pájaro que personifica Anne Libert, el onirismo puro de algunos instantes, la audacia desvergonzada de muchas ideas o la presencia fetichista de Howard Vernon, Dennis Price o incluso de una tiernecita Lina Romay como zíngara. Desde luego no es para todos los públicos (más bien para convencidos y contumaces) pero muestra bien la particular personalidad de un autor insurrecto y su festivo ataque al convencionalismo a través del sexo y el horror.
Adrián Esbilla
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