Ayer terminé de ver esta serie que verdaderamente esperaba disfrutar, y lo hice. Tras ver la película me quedé con ganas de más, de saber de la vida de ese grupo de "skings"que nos mostraba las miserias y realidades de la Inglaterra "thatcheriana" que tanto daño hizo a su país, Europa y el Mundo. Puedo decir que no me ha defraudado.

Si bien es cierto que Shaun no es tan protagonista como en el film (es un reparto más coral, donde Lol recibe grandes honores), y creo que ese niño de 12 años que nos encandiló a muchos era más natural anteriormente, nos vuelve a enganchar.

Desde mi humilde punto de vista, el creador de ambas "joyitas", ya tenía pensado continuar con esta serie de cuatro episodios para mostrarnos como el tiempo cambia las cosas no siempre para mejor (tampoco necesariamente para peor). Tres años después nuestro amigos han crecido, madurado y hasta cambiado de "look", pero su realidad sigue siendo esencialmente la misma: un país en depresión (para los pobres más que nunca), barrios abandonados, personas desechas, paro, familias des-estructuradas, egoísmos personales... Aunque también se vislumbra cierta ilusión y esperanza (no para todos igual), mostradas metafóricamente en el mundial de fútbol (mucho parecido con nuestra realidad actual).

La ambientación sigue siendo muy acertada, los actores están geniales y la música tan real como ese cielo gris "sucio" de las zonas industriales, como los edificios húmedos cargados de hollín, como esa Inglaterra que la re-conversión industrial forjó...

Todo ello acompañado de una especie de "nirvana" interrumpido, algo que no termina de acabar, pero que al contrario que en otras series o películas no me molesta, porque me da la esperanza de que Shane Meadows quizás nos sorprenda con otra dosis de esta realidad que nos convierte en lo que somos, en lo que son.

Mi última impresión al terminar de visionarla fue que debía dejarla reposar para empezar de nuevo, re-visionarla, porque muchos, muchos detalles no los consigo ordenar, una avalancha de información en mi cabeza, y las ganas de querer no perder la pista a estos amigos que tanto nos dan (por lo menos a mí).

Para aquél que ya vio la película, esta serie es imperdible.

Yo, Claudio.