Que el director decidiese remontar la película años después de su estreno revela de forma tangible por qué esta película es de las menos reconocidas de su filmografía. Por una vez en su carrera, la historia de amor es casi secundaria y corre paralela a una trama de corrupciones de empresarios de la construcción que solo al final se muestra interesante. A su favor, una espléndida Ottavia Piccolo y dos breves pero intensas intervenciones de Romy Schneider.