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Voto de Cascayu:
9
6,9
11.117
Drama. Romance. Bélico
A lo largo de tres generaciones, dos familias de un pequeño valle guipuzcoano mantienen relaciones tortuosas, marcadas por la violencia y las pasiones. La historia comienza en Guipúzcoa, en 1875. En una trinchera carlista, durante la guerra, un aizkolari logra salvar la vida embadurnándose con sangre de uno de los muertos, y dejándose apilar con los cadáveres. La presencia de una vaca le produce una extraña sensación, que se volverá obsesiva. (FILMAFFINITY) [+]
13 de marzo de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada nuevo tengo que añadir a modo de resumen a lo ya dicho por los demás usuarios, "Vacas" ofrece un estilo visual muy original y poético que alcanza uno de sus puntos más álgidos en las escenas de los aizkolaris, logra algo tan enormemente complejo como es conseguir transmitir al espectador la visión de la naturaleza como un poder arcano, indomable y superior al hombre y presenta un ambiente costumbrista en el que se muestra tanto la vida cotidiana como su cara más oculta y oscura, marcada por envidias, odios entre familias cuyo origen nadie tiene claro, malos tratos, infidelidades...si hago en realidad esta crítica es para compartir unas posibles interpretaciones que me han venido a la cabeza y que incluyo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
1) A pesar de haber sobrevivido a la guerra confundido entre los cadáveres, Manuel Irigibel cree estar muerto. Esto explicaría el hecho de que afirme que, aunque nadie se dé cuenta, él se encuentra en un lado del agujero y los demás en el otro, pudiendo verse el tronco como una especie de conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos, similares ambos al menos en su apariencia según lo que cuenta. Por supuesto no estoy para nada seguro de todas estas interpretaciones que aquí presento, con esa frase podría también estar refiriéndose a la brecha existente entre él, loco, y el resto del mundo, cuerdos, o quizás se vea a si mismo separado en cierta manera de todos los demás por haber tenido que vivir la experiencia traumática de la guerra y de haberse hecho pasar por muerto.
2) En realidad tanto Peru como Cristina mueren, él fusilado y ella por esa especie de síncope que sufre por motivos no del todo claros (¿algún tipo de crisis nerviosa parecida a la sufrida por Manuel en la trinchera?). Por eso cuando se reencuentran los dos comentan que han visto al abuelo, fallecido ya definitivamente un tiempo antes, y de ahí también que la película acabe con la cámara metiéndose en la completa negrura del agujero mientras escuchamos de fondo una conversación entre ambos que Cristina culmina diciendo que ya están llegando. Además, cuando Peru se levanta y se marcha tras, al menos en apariencia, haber salido indemne del fusilamiento ninguno de los soldados posa ni por un segundo la mirada en él, como si no le vieran
.
3) El enfrentamiento entre las dos familias marca la forma en que se distribuye el pequeño territorio en el que se desarrolla la historia. Así, aunque estén constantemente espiándose desde la lejanía, ningún Irigibel osa entrar en los terrenos del caserío de los Mendiluce y viceversa, algo que vemos por ejemplo cuando Ignacio descubre a Catalina observándole mientras corta leña y comienza a perseguirla para acabar deteniéndose justo en el momento en que llega al final del bosque. El único que se escapa a esta norma es Peru, obviamente debido a tener sangre de las dos familias.
Las relaciones entre ambos grupos se desarrollan por tanto por medio de Karra Elejalde, que actúa siempre como intermediario, y recurriendo a espacios neutros como son la campa en que se lleva a cabo desafío entre los aizkolaris y, sobre todo, el bosque, el cual une físicamente los dos caseríos.
Curiosamente, cuando llega la Guerra Civil estas reglas también son cumplidas por los dos bandos contendientes, reuniéndose en un primer momento por una parte los gudaris en el caserío de los Irigibel y por otra los carlistas en el de los Mendiluce, observándose los unos a los otros pero sin combatir, para finalmente proceder a enfrentarse únicamente en el momento en que entran en el bosque. Creo que esto último contribuye a confirmar la idea de la película como, al menos en parte, la metáfora del conflicto vasco de la que habla Lyncheano en su crítica o, más ampliamente, del enfrentamiento de las dos Españas como opina Hantoker.
4)Las vacas actúan como testigos silenciosos e impávidos de esta locura que son las relaciones humanas.
2) En realidad tanto Peru como Cristina mueren, él fusilado y ella por esa especie de síncope que sufre por motivos no del todo claros (¿algún tipo de crisis nerviosa parecida a la sufrida por Manuel en la trinchera?). Por eso cuando se reencuentran los dos comentan que han visto al abuelo, fallecido ya definitivamente un tiempo antes, y de ahí también que la película acabe con la cámara metiéndose en la completa negrura del agujero mientras escuchamos de fondo una conversación entre ambos que Cristina culmina diciendo que ya están llegando. Además, cuando Peru se levanta y se marcha tras, al menos en apariencia, haber salido indemne del fusilamiento ninguno de los soldados posa ni por un segundo la mirada en él, como si no le vieran
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3) El enfrentamiento entre las dos familias marca la forma en que se distribuye el pequeño territorio en el que se desarrolla la historia. Así, aunque estén constantemente espiándose desde la lejanía, ningún Irigibel osa entrar en los terrenos del caserío de los Mendiluce y viceversa, algo que vemos por ejemplo cuando Ignacio descubre a Catalina observándole mientras corta leña y comienza a perseguirla para acabar deteniéndose justo en el momento en que llega al final del bosque. El único que se escapa a esta norma es Peru, obviamente debido a tener sangre de las dos familias.
Las relaciones entre ambos grupos se desarrollan por tanto por medio de Karra Elejalde, que actúa siempre como intermediario, y recurriendo a espacios neutros como son la campa en que se lleva a cabo desafío entre los aizkolaris y, sobre todo, el bosque, el cual une físicamente los dos caseríos.
Curiosamente, cuando llega la Guerra Civil estas reglas también son cumplidas por los dos bandos contendientes, reuniéndose en un primer momento por una parte los gudaris en el caserío de los Irigibel y por otra los carlistas en el de los Mendiluce, observándose los unos a los otros pero sin combatir, para finalmente proceder a enfrentarse únicamente en el momento en que entran en el bosque. Creo que esto último contribuye a confirmar la idea de la película como, al menos en parte, la metáfora del conflicto vasco de la que habla Lyncheano en su crítica o, más ampliamente, del enfrentamiento de las dos Españas como opina Hantoker.
4)Las vacas actúan como testigos silenciosos e impávidos de esta locura que son las relaciones humanas.