El cine y las series están de capa caída, por esa absurda obsesión de tener que ensalzar a la mujer por encima del hombre, algo que nunca ha sido necesario puesto que tanto hombres como mujeres ocupan su sitio y se complementan.

Las primeras temporadas fantásticas, con héroes y heroínas sin la necesidad de forzar el papel de la mujer, pero como era de esperar, al final, hay que quitar a los hombres y meter mujeres con calzador para que los seguidores de estos lobbies que nos cuestan dinero y no nos dan nada (y menos a la mujer, a la que insultan convirtiéndola en un jarrón que no figura hasta que se fuerza su presencia), estén satisfechos.

La mujer no necesita que se le fuerce el papel, ya lo tiene y lo tenía bien definido desde el principio, con todo tipo de personalidades y personajes interesantes.

De hecho, han convertido buenos personajes en algo molesto en la serie, de forma absurda e innecesaria, pensando que con eso las convierten en lideresas o en personas más fuertes... todo un despropósito.

Ahora ya, de poco sirve ver el resto de temporadas cuando ya sabemos que la serie ha desaparecido en pos de nueva progpaganda feminazista.