Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Nuño:
8
Drama. Intriga Los doce miembros de un jurado deben juzgar a un adolescente acusado de haber matado a su padre. Todos menos uno están convencidos de la culpabilidad del acusado. El que disiente intenta con sus razonamientos introducir en el debate una duda razonable que haga recapacitar a sus compañeros para que cambien el sentido de su voto. (FILMAFFINITY)
16 de diciembre de 2013
70 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro de esa sala no había sólo 12 hombres sin piedad; dentro se asfixiaba de calor la condición humana al completo.

La universalidad de la cinta de Lumet fascina. Reúne a 12 hombres, siéntalos alrededor de una mesa y proponles un tema de debate. Muy a menudo habrá...

... uno que opine conforme a sus prejuicios personales.
... uno que opine generalizando sus creencias.
... uno que opine dejándose llevar por sus vivencias emocionales.
... uno que opine lo que opinen los demás.
... uno que opine con clichés y frases hechas.
... uno que opine justo lo contrario de lo que opine el que opina con más acierto.
... uno que escuche a todos con educación, pero no se moje.
... uno que procure ser analítico con todas las opiniones, excepto con la suya.
... uno que no sabe qué opinar.
... uno que pasa de opinar y está mirando el móvil.

Los que coincidan, se hermanarán y lograrán imponer su opinión como verdad categórica, por disparatada que sea. ¡No falla! La deliberación de un jurado popular fue una manera, como otra cualquiera, que tuvo Reginald Rose de mostrárnoslo. Yo veo a estos 12 hombres a diario: en las terrazas de los bares, en las tertulias televisivas, en las cafeterías de las universidades, en las reuniones de vecinos... Se despliegan ante cualquier tema: partidos políticos, religión, historia, inmigración, sindicatos laborales, cine, terrorismo, economía, pena de muerte, música, educación, sanidad, eutanasia, literatura... ¡Da igual, todos estarán ahí, firmes, tomándose muy en serio!

Sólo hay uno que es menos dado a aparecer.

Alain Resnais, director de la nouvelle vague, comentaba que el autor debía buscar la situación inédita para el espectador; como medio para zarandearle, para que se cuestionase, para que replantease todo su sistema de creencias. Esto es extensible, no se reduce al cineasta. Fonda, quien afirmó sentirse especialmente orgulloso del papel que interpretó en esta película, aparece milagrosamente para ejecutar esta máxima y hacer que 'pensemos sobre lo que pensamos'. No impone nada: sólo invita a la duda cartesiana. Recurre a la mayéutica. Un ángel racional. Los 12 hombres acaban llegando a hechos objetivos, que estaban ahí; que podían verse, de pensar un poco... Sólo precisaban encerrarse durante horas en una habitación, pasar un calor infernal y que un número 8 les instara a dejar de ser prejuiciosos, emocionales, expeditivos, inflexibles, pusilánimes, irracionales e intransigentes, para poder, así, pensar. Es toda una heroicidad conseguirlo.

"—... y ahora no sé qué es la virtud; tú quizás lo sabías antes de hablar conmigo, pero ahora eres ciertamente igual a uno que no sabe".

Más de 2300 años después del 'sólo sé que no sé nada' aún somos muchos los que nos negamos a pensar que podríamos no saber nada en absoluto.

Gracias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nuño
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow