Floja cinta de juicios, con un planteamiento poco estimulante, algo confuso y una resolución cogida por los pelos. Por regla general, las películas de corte judicial suelen deparar buenos momentos al espectador, abundando en giros inesperados dentro del clásico corte de "quién es el asesino" que proponen un juego de inteligencia al espectador. Son películas de esquema básico: presentación del caso, definición de los personajes con especial hincapié en el abogado defensor, descubrimiento paulatino de la trama, con capas inesperadas que no se veían a primera vista y que la pericia del abogado pondrá de manifiesto, tensión final por el veredicto y final descubriendo la verdad.
The Trial sigue el esquema al dedillo, sin salirse para nada de la propuesta de género, pero el contenido de cada fase del desarrollo es superficial, poco elaborado y muy incosistente. Los personajes secundarios están francamente desdibujados y el protagonista, una Matthew Modine muy lejos del actor al que apuntaba. La resolución es irrelevante y tan inconsistente como el resto de la trama. Para colmo no hay ningua empatía hacia la víctima, ningún esbozo de humanidad en ella que nos haga familiarizarnos con ella y sentir su muerte.
En definitiva, no es un tostón porque este tipo de películas, aunque malas, se siguen tranquilamente sin aburrimiento, pero es francamente prescindible. No te gastes el dinero en una entrada, pero si la pasan por la tele pues te sientas a verla antes que ver por octava vez "Regreso al Futuro".